A medida que Suecia y Finlandia dan pasos adelante para ingresar a la OTAN, los georgianos, que han estado buscando entrar en la alianza desde hace más de una década, observan el proceso con sentimientos agridulces. La adhesión de los estados escandinavos parecería anular lo que se ha visto como un "veto ruso" sobre una mayor expansión de la OTAN cerca de sus fronteras. Eso podría ayudar a romper con el estancamiento que ha impedido que Georgia y Ucrania se unan desde que se les prometió ser miembros por primera vez el año 2008, según una línea de pensamiento en la que hace referencia Eurasianet. Pero no todo el mundo piensa igual. Algunos, más pesimistas, creen que la actual ronda de expansión no será lo suficiente para absorber Georgia también. Precisamente por este motivo, la voluntad de entrar en la OTAN de Finlandia y Suecia es agridulce para muchos.

"Por una parte, es bueno que exista la política de puertas abiertas a la OTAN, un hecho que es bueno para Georgia, y también que Rusia no pueda tener poder de veto al respecto", explicaba Kornely Kakachia, directora del Instituto de Política de Georgia, un grupo de expertos con sede a Tiflis, en la misma publicación. "Podría verse como una apertura para Georgia, pero también podría pasar el contrario: la OTAN podría estar contenta con el statu quo y no querer una mayor ampliación". La clave para Kakachia es el desenlace de la guerra en Ucrania.

La invasión de Ucrania, de hecho, ha sido el detonante para que Suecia y Finlandia abandonaran sus políticas de neutralidad y buscaran ingresar en la OTAN. El pasado 18 de mayo, presentaron la solicitud y ambos países recibieron señales positivas de una adhesión rápida. Georgia, por su parte, ha sido atrapada durante años después de la declaración de la alianza en el 2008 que Georgia y Ucrania "se convertirán en miembros de la OTAN". Si bien es cierto que la OTAN ha reafirmado este compromiso, ha habido pocos pasos en firme y adelante sobre este hecho. Georgia todavía no ha recibido el Plan de Acción de Miembros de manera formal, que sería el camino a seguir para ser miembros.

Y no parece que la adhesión de Georgia esté sobre la mesa a la cumbre que se hará en Madrid este mes de junio. Los miembros se espera que adopten un documento que establezca una dirección para la próxima década. Georgia ni está ni se la espera, constata también Eurasianet. Funcionarios europeos y de los Estados Unidos han dicho en los últimos años que técnicamente está lista para ingresar en la alianza. De hecho, la OTAN ha estado cooperando con el país, ayudándolo a desarrollar capacidades militares y de defensa. A su vez, Georgia ha estado contribuyendo a las misiones internacionales dirigidas por la OTAN y también participa en ejercicios militares con países aliados.

¿Por qué Georgia está estancada?

A pesar de todos los esfuerzos que ha hecho Georgia y la misma OTAN, el proceso está estancado. Y es que Georgia está en un conflicto abierto con Rusia, que tiene cerca de 10.000 soldados en dos regiones separatistas del país: Abjasia y Osetia del Sur. Según este mismo portal, muchos miembros europeos de la OTAN habrían expresado su inquietud sobre la admisión de un nuevo miembro en estas condiciones.

Algunos defensores de Georgia han propuesto una fórmula para que el país sea admitido. Esta implica que solo el territorio que actualmente está bajo control estaría sujeto al artículo 5. Por lo tanto, Abjasia y Osetia del Sur quedarían fuera. El artículo 5, importando dentro de la alianza, pide a los estados miembros que salgan en defensa de los otros en caso de ataque externo.

En este sentido, la mayoría de georgianos dan apoyo de manera mayoritaria a unirse a la alianza. Aunque los años de espera en este limbo han provocado cierta frustración. Habrá que esperar para ver cómo se desarrolla, finalmente, la posible entrada del país a la OTAN y si la voluntad de adhesión de Suecia y Finlandia dificulta o beneficia Georgia.

 

Imagen principal: vista de Tiflis, capital de Georgia / Unsplash