La guerra de palabras entre Ucrania y la OTAN todavía trae cola. Después de que un alto funcionario de la Alianza diera a entender que Kyiv tenía que ceder parte de su territorio para poder entrar a la organización y cayera fatal en Ucrania, vinieron unas rectificaciones por parte de la OTAN. Ahora, sin embargo, días después, estas palabras todavía traen cola. El secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, ha dicho que dependerá de Ucrania cuando quiera negociar la paz con Rusia e intentó restar importancia a estos comentarios del asesor.

Disputa entre Ucrania y la OTAN por una posible adhesión
 

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El jefe de la Alianza militar hablaba en el festival de la democracia de Arendal, donde unos días antes este asesor había causado controversia al sugerir que Ucrania podría ceder territorio" por la paz y alcanzar ser miembro de la organización.

Stoltenberg ha argumentado que el camino hacia un acuerdo era "apoyar militarmente a Ucrania. Si queréis una paz justa y duradera, entonces el apoyo militar a Ucrania es la forma conseguirlo. No hay duda", ha destacado en una entrevista en el acontecimiento.

"Es Ucrania, y solo Ucrania, la que puede decidir cuándo estos requisitos son presentes para las negociaciones. Y quien puede decidir, en torno a una mesa de negociación, qué es una solución aceptable. Nuestra tarea es darles apoyo", ha añadido.

La guerra dialéctica ha durado tres días y este podría ser el último intento por suavizar la disputa causada por el ayudante de Stoltenberg, Stian Jenssen, el martes. La OTAN emitió un comunicado aquella noche insistiendo en que su política de apoyo a Ucrania no había cambiado, mientras que el miércoles Jenssen se disculpó y dijo que había cometido un error al hablar de manera tan simplista como lo hizo.

Sin signos de querer sentarse a hablar

Ucrania y Rusia no muestran signos de querer negociar el final de la guerra de 18 meses, con Kyiv enfocado en intentar expulsar a los invasores dentro de sus fronteras, mientras que Moscú apunta a consolidar el territorio, aproximadamente del tamaño de Portugal, confiscados desde febrero del 2022.

La lenta contraofensiva, sin embargo, ha suscitado dudas. Nadie sabía exactamente qué esperar, aunque seguramente todo el mundo tenía en la cabeza algo más rápido. El progreso de la contraofensiva es lento y ha generado dudas cuánto tiempo podría durar la guerra y si eventualmente podría haber algún tipo de compensación diplomática, un escenario generalmente temido por la élite política de Kyiv, ya que podría implicar la imposición de un acuerdo en el país.

 

Imagen principal: el presidente del país, Volodímir Zelenski, firma una bandera ucraniana durante una visita a Zaporiyia / Europa Press