Estados Unidos ha lanzado un "ataque masivo contra objetivos del Estado Islámico (EI o ISIS por sus siglas en inglés) en Siria, en respuesta al ataque perpetrado el pasado 13 de diciembre en la provincia siria de Palmira, en el centro del país, que se saldó con la muerte de tres ciudadanos estadounidenses, dos militares y un intérprete civil. El ejército estadounidense ha realizado el ataque a gran escala contra decenas de objetivos, con ataques aéreos y operaciones terrestres, que se han saldado con al menos cinco muertos del grupo terrorista. El ataque se ha cometido en coalición con las fuerzas de seguridad sirias y también ha contado con la colaboración de las Fuerzas Armadas de Jordania, que han desplegado aviones de combate en el terreno para dar apoyo a las fuerzas estadounidenses. El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, ha anunciado a través de las redes sociales el inicio de la Operación Ojo de Halcón, como ha sido llamada (Hawkeye Strike), y ha enfatizado que no se trata del comienzo de una guerra, sino de una "declaración de venganza" contra quienes atacan a los ciudadanos de los Estados Unidos. "Los Estados Unidos, bajo el liderazgo del presidente Trump, no dudarán nunca ni flaquearán en la defensa de su pueblo. Como dijimos inmediatamente después del brutal ataque, si atacan a estadounidenses, en cualquier lugar del mundo, pasarán el resto de su breve y angustiada vida sabiendo que los Estados Unidos los perseguirán, los encontrarán y los matarán sin piedad. Hoy, perseguimos y matamos a nuestros enemigos. A muchos de ellos. Y continuaremos haciéndolo".

Hegseth también ha replicado una publicación del presidente Donald Trump en su red Truth Social en la que anunciaba que Estados Unidos está tomando “represalias muy severas” contra “los terroristas asesinos responsables” del “brutal asesinato” de “valientes compatriotas norteamericanos en Siria por parte de ISIS”. El dirigente republicano asegura que Siria es “un lugar anegado en sangre que tiene muchos problemas, pero que tiene un futuro brillante si ISIS puede ser erradicado”. Afirma que el ataque tiene el pleno apoyo del gobierno del país, liderado por un hombre que “trabaja intensamente para devolver la grandeza a Siria”, y lanza una advertencia a todos los terroristas “lo suficientemente malvados como para atacar a los norteamericanos: SERÁN GOLPEADOS CON MÁS FUERZA QUE NUNCA SI, DE CUALQUIER MANERA, ATACAN O AMENAZAN A ESTADOS UNIDOS”. Durante un mitin celebrado en Rocky Mount (Carolina del Norte), Trump aseguró que “hemos atacado a los animales de ISIS en Siria, que intentaban reorganizarse después que la administración Trump los aniquilara hace cinco años; ha sido todo un éxito”, ha afirmado el presidente, quien ha reiterado la que es la nueva estrategia de su administración: “Estamos restaurando la paz a través de la fuerza en todo el mundo”.

El Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) ha informado que la operación ha incluido más de un centenar de equipos de munición de precisión “dirigidos contra infraestructuras y depósitos de armas conocidos del ISIS, entre ellos aviones de combate, helicópteros de ataque y artillería”. El almirante Brad Cooper, comandante del CENTCOM, ha afirmado que “esta operación es crucial para evitar que el ISIS inspire conspiraciones y ataques terroristas contra el territorio de Estados Unidos”, y ha advertido que “continuaremos persiguiendo sin descanso a los terroristas que busquen perjudicar a los estadounidenses y a nuestros socios en toda la región”. Las fuerzas del CENTCOM atacaron más de 70 objetivos en diversos puntos del centro de Siria con aviones de combate, helicópteros de ataque y artillería. Un funcionario estadounidense ha dicho que los ataques fueron llevados a cabo por aviones estadounidenses F-15 y A-10, junto con helicópteros Apache y sistemas de cohetes HIMARS.

Siria ha reiterado su firme compromiso de luchar contra el Estado Islámico y garantizar que “no tenga refugios seguros en territorio sirio”, según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores. Siria ha estado cooperando con una coalición liderada por Estados Unidos contra el Estado Islámico y llegó a un acuerdo el mes pasado, cuando el presidente Ahmed al-Sharaa visitó la Casa Blanca. El gobierno de Siria está dirigido por exrebeldes que derrocaron al líder Bachar al Asad el año pasado tras una guerra civil de 13 años, e incluye miembros de la antigua rama siria de Al Qaeda que rompieron con el grupo y se enfrentaron al Estado Islámico.

Alrededor de un millar de soldados norteamericanos permanecen en Siria. Las fuerzas norteamericanas han cifrado en diez los ataques contra supuestos objetivos terroristas en Siria y el Iraq tras el ataque a Palmira del 13 de diciembre, unas operaciones que habrían acabado con 23 objetivos detenidos o abatidos. En los últimos seis meses, estas operaciones en Siria se elevan hasta las 80, con “el objetivo de eliminar terroristas que representan una amenaza directa para la seguridad de los Estados Unidos y de la región”. Aun así, según la CNN, no queda claro que el responsable de los asesinatos del 13 de diciembre fuera un miembro del ISIS, y según el Ministerio del Interior de Siria, el atacante era un miembro del servicio de Seguridad Interna siria. Funcionarios del país y norteamericanos, han reconocido a la cadena que los vínculos del atacante con ISIS no están probados, y el grupo terrorista no ha reivindicado la acción.