Una intensa ola de calor está afectando a Europa y se desplaza hacia el este, provocando temperaturas récord, especialmente en Alemania, mientras diferentes países luchan contra sus efectos devastadores. Al mismo tiempo, esta situación ha desencadenado una controversia política en Francia sobre el uso del aire acondicionado.
En Francia, la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, ha aprovechado la crisis climática para hacer campaña de cara a las elecciones presidenciales de 2027. Le Pen ha propuesto un "gran plan para el aire acondicionado" y ha afirmado que este puede salvar vidas, criticando la falta de climatización en servicios públicos en comparación con otros países. Su aliado, Éric Ciotti, ha presentado una propuesta para hacer obligatorio el aire acondicionado en espacios públicos esenciales.
Francia: aire acondicionado vs. cambio climático
Sin embargo, el gobierno francés ha criticado duramente esta postura, calificándola de ignorante y poco responsable ante la crisis climática. La actual ministra de Medio Ambiente, Agnès Pannier-Runacher, ha recordado que el aire acondicionado ya es obligatorio en residencias de ancianos desde hace dos décadas, pero ha advertido que la instalación masiva de estos sistemas agrava el problema climático, ya que genera más calor en el exterior e incrementa el consumo energético. La líder ecologista Marine Tondelier ha acusado a Le Pen de limitar la política ambiental a "comprar aparatos de aire acondicionado", y ha pedido más espacios verdes y mejor aislamiento en los edificios.
Mientras tanto, la ola de calor ha tenido consecuencias trágicas por toda Europa. En España, dos trabajadores agrícolas han sido encontrados muertos en una zona afectada por un incendio forestal en Lleida, que ha quemado más de 6.500 hectáreas. También en Valls, un niño ha fallecido por un golpe de calor después de ser dejado dentro de un coche. En Francia, dos personas han perdido la vida por causas relacionadas directamente con el calor, y 300 han sido hospitalizadas.
Italia, situación crítica
En Italia, la situación también es crítica. Un camionero de 70 años ha sido encontrado muerto dentro de su vehículo, y un trabajador de la construcción ha fallecido después de desmayarse en el trabajo. Además, dos personas han muerto en la playa en Cerdeña, donde las temperaturas han superado los 40 °C. La excesiva demanda eléctrica, provocada por el uso continuo de aire acondicionado y ventiladores, ha causado cortes de luz en ciudades como Florencia, Roma y Milán. La empresa energética Enel ha indicado que las altas temperaturas también han sobrecalentado cables eléctricos subterráneos, provocando más apagones.
El Ministerio de Salud italiano ha emitido una alerta roja en 18 ciudades, advirtiendo que el calor representa un peligro incluso para personas jóvenes y sanas. La agricultura también se ve gravemente afectada, con cosechas quemadas, escasez de leche y restricciones de agua.
Alemania llegará a los 40 °C
En Alemania, se esperan temperaturas próximas a los 40 °C, con posibilidad de superar el récord histórico. La sequía ha obligado a más 40 distritos a limitar el uso del agua. En Brandeburgo, cerca de Berlín, se han declarado incendios forestales agravados por restos de explosivos soterrados, aunque los bomberos han conseguido controlarlos.
Esta ola de calor subraya los graves efectos del cambio climático en Europa y pone en evidencia la necesidad urgente de políticas ambientales eficientes, más allá de medidas reactivas como el aire acondicionado.