Después de los ataques de Estados Unidos contra instalaciones nucleares en Irán durante el fin de semana, la administración de Donald Trump ha intensificado su defensa de la operación, asegurando que se basa en "nueva información de inteligencia" que confirmaría un éxito completo. Esta postura contradice una evaluación filtrada de la DIA (Agencia de Inteligencia de Defensa), la cual sostenía que el programa nuclear iraní solo se habría retrasado unos cuantos meses.

Según Trump y sus altos cargos, varias instalaciones nucleares como las de Natanz, Fordow e Isfahan habrían sido completamente destruidas, y si Irán quisiera reconstruirlas, tardaría años. El director de la CIA también dio apoyo a esta versión, citando fuentes "históricamente fiables".

Controversia en torno a la Casa Blanca

Sin embargo, se ha generado una fuerte controversia en torno a la transparencia de la Casa Blanca. Hay informes que sugieren que el gobierno podría limitar el flujo de documentos clasificados hacia el Congreso, lo que ha estado duramente criticado por líderes demócratas como Chuck Schumer, que exigen acceso completo a la información. Reuniones informativas previstas para el martes fueron aplazadas, lo que ha provocado todavía más tensión política.

Una de las cuestiones más polémicas es el destino de las reservas de uranio enriquecido. La evaluación de la DIA indicaba que este material se habría trasladado antes de los ataques, posiblemente hacia otras instalaciones secretas. El mismo Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) reconoció que había perdido "visibilidad" sobre este material, aunque el director, Rafael Grossi, insistió en que eso no significaba que el uranio se hubiera escondido o perdido.

Por lo contrario, la Casa Blanca ha negado rotundamente estas afirmaciones, asegurando que no hay pruebas que indiquen que el uranio se hubiera movido antes de los bombardeos. Según su versión, las instalaciones nucleares han quedado completamente enterradas bajo escombros. Estados Unidos utilizó 14 bombas antibunker GBU-57, de gran potencia, en tres instalaciones nucleares iraníes. Fuentes israelíes e incluso portavoces iraníes han reconocido que los daños han sido significativos.

¿Reanudar el diálogo con Irán?

A escala diplomática, Trump ha afirmado que podrían reanudarse conversas con Irán, pero también ha restado importancia a la posibilidad de un nuevo acuerdo, asegurando que el país persa está demasiado afectado para plantearse reconstruir su programa nuclear.

A pesar de todo, el OIEA ha advertido que, aunque las instalaciones estén destruidas, el conocimiento y la capacidad técnica de Irán continúan presentes, por lo que insisten en la necesidad en colaborar y garantizar el acceso de los inspectores internacionales.

Mientras tanto, dentro de Irán, las autoridades han intensificado la represión interna, con detenciones masivas y ejecuciones. Los servicios de inteligencia iraníes han arrestado a 26 personas acusadas de colaborar con Israel. A pesar de algunas muestras de descontento popular, no se han producido protestas masivas.