La primera ministra de Escocia más longeva de la historia, la nacionalista Nicola Sturgeon, ha anunciado que abandonará el cargo después de 17 años formando parte del gobierno escocés y 9 dirigiéndolo. En el discurso donde ha anunciado su decisión, la líder independentista ha explicado que después de tanto tiempo a primera línea, últimamente ha empezado a notar las consecuencias del esfuerzo "físico y mental" que requiere esta responsabilidad. Y es que, como ella misma ha admitido, llega un punto en el cual la carrera de un político "corre el peligro de alargarse demasiado". "Cuanto más tiempo permanece en un cargo un líder, más tienden a solidificarse las opiniones sobre él", ha reflexionado. Sturgeon llegó al poder en el 2014-- justo después del referéndum de autodeterminación que l'exprimer ministro, Alex Salmond, pactó con el gobierno británico. Desde el resultado de aquel día, la nacionalista ha estado buscando la fórmula para volver a poner las urnas y conseguir la independencia, a pesar del 'no' persistente de Londres y la justicia británica.

Aunque tenga una larga experiencia en el activismo político, la independencia es la causa que ha dictado su carrera política, su raison d'être, y la que casi lo ha hecho repensar la decisión de dimitir. En el discurso de este miércoles, Sturgeon ha admitido que abandona en un momento "crítico" para el independentismo, después de que el Tribunal Supremo del Reino Unido haya negado al Parlamento de Holyrood poder convocar un referéndum sin el aval de Londres, y que el gobierno británico haya bloqueado, por primera vez en la historia, la aprobación de una ley escocesa. En medio de toda esta tensión, la primera ministra se ha visto obligada a trazar un plan, bastante criticado por varios sectores de dentro y fuera del movimiento, sobre la estrategia a seguir a partir de ahora. Con su marcha, sin embargo, ha dejado bien claro que su partido queda "liberado" y puede escoger el camino hacia la independencia.

17 años en el gobierno escocés

Nacida en 1970 en la localidad escocesa de Irvine, Sturgeon se licenció en Derecho por la Universidad de Glasgow. Como estudiante, destacó por su implicación en el activismo y fue miembro de la Asociación nacionalista escocesa de su universidad. Milita en el Scottish National Party (SNP) desde los 16 años, inspirada a ejercer en la política por la exprimera ministra del Reino Unido Margaret Thatcher, pero por el rechazo que le provocaban sus ideas neoliberales y la miseria que vivió Escocia bajo su liderazgo. Antes de entrar en el Parlamento escocés en 1999, va ejército de abogada, quizás por eso ha sabido destacar por su oratoria clara y fuerte, que ha llegado a eclipsar a líderes de los principales partidos británicos. Su liderazgo que se vio fortalecido durante la pandemia de covid, cuándo el gobierno escocés disfrutó de más autonomía, y se pudo comparar su gestión con la del polémico Boris Johnson.

En el 2004, John Swinney dimitió como líder del SNP y, en las subsecuentes primarias, Salmond confió en Sturgeon como número dos. Más adelante, después de una intensa campaña por el "sí", en septiembre de 2014 los escoceses rechazaron abandonar el Reino Unido. Con la derrota, Salmond presentó su dimisión como ministro principal y líder del SNP, momento en el cual Sturgeon, que contaba con el apoyo de las bases nacionalistas, anunciaba su candidatura para liderar el partido. Sin nadie que pudiera competir con ella, Sturgeon se hizo con el liderazgo de la formación y, días después, fue nombrada primera ministra el 20 de noviembre de 2014. En los años siguientes, la popularidad de Sturgeon continuó en ascenso. Participó en debates televisivos con otros políticos en las elecciones generales británicas de 2015 y su formación hizo historia al ganar 56 de los 59 escaños que le corresponden a Escocia en el Parlamento de Westminster.

El segundo referéndum de autodeterminación

Después de la victoria del Brexit en el 2016, Sturgeon vio una oportunidad para reactivar el independentismo, teniendo en cuenta que en Escocia la gran mayoría eran partidarios de permanecer en la UE. Al hacerse público el resultado, anunció que su Gobierno empezaría a planificar una segunda consulta sobre la independencia y acabó fijándose una fecha límite de octubre de 2023. A pesar de rechazar un referéndum a la catalana y asegurar que ella nunca haría como el presidente Puigdemont, la última etapa del liderazgo de Sturgeon estuvo repleta de críticas entre independentistas sobre su propuesta de hacer una consulta plebiscitaria. Más concretamente, ha dejado claro en todo momento que cree que la vía hacia la independencia de Escocia tiene que ser totalmente "legal", aunque eso parezca imposible sin llegar a un acuerdo con el gobierno británico. Sea como sea, el SNP tiene ahora la difícil tarea de restaurar uno de los liderazgos más potentes y populares de la historia reciente, además de decidir qué camino seguirán hacia la independencia a partir de ahora.