El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha dicho este jueves que ha expresado a Estados Unidos su oposición a la creación de un Estado palestino como parte de un escenario de posguerra en Gaza, informa la agencia Efe. Según ha remarcado en una rueda de prensa, está determinado a bloquear el establecimiento de un Estado palestino como parte de un escenario para el 'día después' de la guerra en la Franja o su propio mandato, algo que va en línea con su política histórica sobre esta cuestión, y también en relación con el fin del conflicto en Gaza, donde no apoya la idea de dar el control a la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

"Les digo esta verdad a nuestros amigos estadounidenses y también detuve el intento de imponernos una realidad que perjudicaría la seguridad de Israel", ha dicho Netanyahu, que ha agregado que la mayoría de población israelí rechaza un posible Estado palestino, iniciativa que la Administración de Joe Biden apoya como parte de la llamada solución de dos Estados para el conflicto palestino-israelí. Ha argumentado que en cualquier posible acuerdo con los palestinos, "Israel tiene que mantener el control de seguridad sobre todo el territorio oeste del Valle del Jordán", en referencia a una parte importante de terreno de Cisjordania, ocupada por Israel desde 1967.

Durante sus cinco visitas en la región desde que estalló la guerra en Gaza el 7 de octubre, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, reiteró la postura de su país a favor de la solución de dos Estados, y Washington -igual que la UE- plantearon como opción para una posguerra que la ANP retome control de la Franja, de donde fue expulsada en 2007 después de que Hamás tomara su poder a la fuerza. En los últimos días, han trascendido declaraciones de Arabia Saudí en que cargos de esta monarquía del Golfo han dicho que la normalización de relaciones con Israel -algo en lo que ambos países avanzaban, pero quedó parado por la guerra de Gaza- solo se podría dar con un camino claro para la creación de un Estado palestino, algo a lo que oponen también los socios de ultraderecha del Gobierno actual de Netanyahu.

"En cada territorio del que nos retiramos, recibimos terrorismo, un terrible terrorismo contra nosotros. Pasó en el sur de Líbano, en la Franja de Gaza, y en Judea y Samaria (denominación bíblica para Cisjordania)", ha asegurado el primer ministro. Este insistió en que la ofensiva sobre Gaza seguirá, y dijo que un alto el fuego sin acabar con Hamás solo perjudicaría a Israel.

"Parar la guerra sin lograr nuestros objetivos dañará la seguridad de Israel durante generaciones, creará un mensaje de debilidad y la próxima masacre será solo cuestión de tiempo", ha dicho, mientras crece también el escepticismo entre Israel sobre la posibilidad de que el país pueda lograr el objetivo declarado de erradicar a Hamás. Ante ello, Netanyahu ha reiterado que la vía militar es la única que puede ser efectiva también para rescatar a en torno al centenar de rehenes vivos que siguen en Gaza y ha enfatizado que la ofensiva durará aún "por largos meses" hasta "la victoria total sobre Hamás".