Aunque el líder del Frente Polisario, Brahim Gali, ya no se encuentra en territorio español, Marruecos sigue advirtiendo y prácticamente amenazando a España con que la crisis no ha acabado. Así lo ha soltado este mismo miércoles el ministro de Exteriores del reino alauí, Naser Burita.

"La crisis está allí porque siguen sus causas profundas", ha dicho Burita en una rueda de prensa conjunta con su homólogo húngaro, Peter Szijjarto. El dirigente marroquí ha insistido, sin embargo, en que la crisis es "bilateral", con el objetivo de evitar la implicación de la Unión Europea.

"Es ante todo una crisis de confianza mutua, ligada a una actitud que Marruecos considera contraria al espíritu de la hermandad: el fondo es la coherencia entre los actos y las palabras sobre el separatismo. No se puede prohibir en tu país y fomentarlo en el vecino", ha dicho sobre el independentismo catalán y la causa saharaui.

Los "favores" contra el independentismo catalán

Precisamente, en uno de los puntos más álgidos de la crisis diplomática, Marruecos ya recordó a España sus "favores" contra el independentismo catalán. "Nuestra política con España siempre ha sido clara. Durante la crisis catalana, Marruecos no optó por la neutralidad, sino que fue uno de los primeros en ponerse al lado de la integridad territorial y la unidad nacional de su vecino del norte de manera clara y contundente", dijo el Ministerio de Exteriores en un comunicado.

De hecho, el reino alauí no tuvo complejos en revelar algunos de estos favores: "¿Cuál habría sido la reacción de España si un representante del separatismo catalán hubiera sido recibido desde el Palacio Real marroquí? El año 2012, una delegación económica del gobierno catalán quiso visitarnos y decidimos modificar el programa, a petición del Gobierno, para que esta delegación no fuera recibida a alto nivel y que todas las entrevistas se hicieran en presencia del representante de la embajada de España en Rabat", concretó. "El año 2017, seguimos la misma coherencia y decidimos rechazar la petición de una visita y una reunión de un gran líder del separatismo catalán", añadió.

Mantener a Europa fuera

En estas nuevas declaraciones, el ministro marroquí ha querido insistir con la idea que la crisis es entre su país y España, con el fin de dejar a la UE fuera. "Europeizar esta crisis es una huida hacia adelante, una manera de desviar la atención", ha dicho Burita, añadiendo que su país "está satisfecho de su relación con la Unión Europea y su cooperación multiforme con ella".

Sin embargo, el Parlamento Europeo votará justamente mañana una moción -la cual ha sido ignorada por Burita- sobre "el uso de niños por parte de las autoridades marroquíes en la crisis migratoria con Ceuta" y la posibilidad que constituya una violación de la Convención de los derechos de los niños de la ONU.

Además, a pesar del interés de Rabat por mantener a Bruselas al margen, hace poco la Comisión Europea reiteró su posicionamiento favorable a las resoluciones de las Naciones Unidas que piden resolver el conflicto saharaui a través de un referéndum de autodeterminación.

 

Imagen principal: el ministro de Exteriores de Marruecos, Naser Burita / Foto: Efe