Una semana después del tiroteo en la turística playa de Bondi Beach de Sídney, y a la misma hora en la que los dos tiradores abrieron fuego contra los asistentes al festival judío de la Janucá, Australia ha rendido homenaje a las víctimas de esta tragedia que se saldó con 15 muertos -16 contando con uno de los atacantes- y decenas de heridos, una comunidad judía que ha quedado profundamente golpeada y también todo un país en estado de shock y que aún no se ha recuperado de la peor matanza en Australia en décadas. A las 18.47 hora local de Sídney (08.47 CET en España), miles de australianos encendieron velas, guardaron un minuto de silencio y ondearon banderas a media asta en edificios gubernamentales, con cadenas de televisión y radio sumándose a la pausa que fue convocada como ‘Un día de reflexión’ por el primer ministro australiano, Anthony Albanese, que invocó “la luz de Janucá”, en el inicio del octavo y último día de la fiesta judía de las luces, para superar la oscuridad, destacando que “el odio y la violencia nunca nos definirán”. Decenas de miles de personas -unas 15.000 según las autoridades y muchas no han podido acceder al recinto- se reunieron en la playa con una fuerte presencia policial, incluyéndose francotiradores y embarcaciones patrulla; y Albanese fue recibido con abucheos por una multitud enfadada, mientras que el primer ministro de Nueva Gales del Sur, Chris Minns, fue ovacionado.

Las víctimas en el recuerdo

El acto, que ha durado unas tres horas, ha contado con la participación de representantes de las víctimas, como Chaya Dadon, una superviviente de 14 años, que ha intervenido con un mensaje de unidad y fortaleza. “Nos estamos fortaleciendo como nación. Estamos creciendo. A veces crecer duele... la vida continuará adelante, así que ¿por qué no aprovecharla al máximo?”, ha dicho Chaya. También han participado varios rabinos, como Levi Wolff, que ha destacado los valores australianos compartidos, y ha recordado a Eli Schlanger, el rabino de Bondi, que fue una de las víctimas mortales del atentado. También se ha recordado a la pequeña Matilda, la niña de diez años que es la víctima más joven, conocida con el apodo de abejorro, que ha dejado muchas imágenes de este simpático insecto entre el público. La gobernadora general, Sam Mostyn, también leyó ante los asistentes una carta escrita por el rey Carlos III de Inglaterra, el jefe del estado australiano. Mostyn también participó por la mañana en un acto donde cientos de mujeres y niñas vestidas de blanco depositaron flores en recuerdo de las víctimas. El acto concluyó con el encendido de la menorá, el candelabro de ocho brazos que simboliza la “identidad judía ante la persecución”. Las autoridades federales y estatales están en conversaciones con líderes de la comunidad judía sobre el establecimiento de un monumento permanente en Bondi Beach, así como la celebración de un día nacional de luto en el calendario del año que viene.

Ofrenda de flores en Bondi Beach, con mujeres y niñas vestidas de blanco en recuerdo de las víctimas (Efe)

“Al igual que la hierba aquí en Bondi se tiñó de sangre, nuestra nación también ha quedado marcada. Hemos llegado a un lugar oscuro. Pero, amigos, la Hanukkà nos enseña que la luz puede iluminar incluso los lugares más sombríos. Un solo acto de valentía, una sola llama de esperanza, puede darnos dirección y mostrarnos el camino a seguir”, dijo el primer ministro australiano Anthony Albanese en su discurso, que enfatizó dedicar “sesenta segundos apartados del bullicio cotidiano” a las víctimas, que deberían estar presentes, y elogió actos de heroísmo como el del héroe de Bondi, Ahmed Al-Ahmed, que se enfrentó a uno de los pistoleros y aún se recupera de sus heridas en el hospital y no pudo asistir, pero sí lo hizo su padre, que recibió las ovaciones de los asistentes. Al-Ahmed recibió el martes un cheque de 2,5 millones de dólares australianos (unos 1,4 millones de euros al cambio) de las donaciones recogidas de 43.000 personas agradecidas por su valentía a la hora de enfrentarse a Sajid Akram, el hombre que disparó junto con su hijo Naveed Akram. El padre, de 50 años, fue abatido a tiros por la policía en el lugar de los hechos, mientras que el tirador de 24 años, que también resultó herido, salió del coma el martes y ha sido acusado de 59 delitos, incluyendo asesinato y terrorismo. 

Revisión de las agencias de inteligencia

Albanese anunció una revisión de las agencias policiales y de inteligencia del país. Afirmó que la revisión, dirigida por un antiguo jefe de la agencia de espionaje australiana, investigará si la policía federal y las agencias de inteligencia disponen de las facultades, las estructuras, los procesos y los mecanismos de intercambio adecuados para garantizar la seguridad de los australianos. Según informa Reuters, las autoridades creen que los atacantes se inspiraron en el grupo terrorista sunita Estado Islámico, y supuestamente se encontraron banderas del grupo en el vehículo con el que se desplazaron hasta Bondi. El ataque puso en evidencia deficiencias en la evaluación de las licencias de armas y en el intercambio de información entre agencias, que los legisladores han afirmado que quieren corregir. Albanese ha anunciado una recompra de armas a escala nacional, mientras que expertos en seguridad armamentística señalan que las leyes de armas del país, entre las más estrictas del mundo, están llenas de lagunas legales. Las autoridades, que investigan el tiroteo como un acto terrorista contra judíos, han reforzado las patrullas y la vigilancia policial en todo el país para prevenir más violencia antisemita.