Rusia busca la manera de subir la moral de los soldados en Ucrania, cueste lo que cueste. Según ha informado este sábado al portavoz oficial del Kremlin, Dmitri Peskov, el presidente ruso, Vladímir Putin, tiene previsto visitar el Donbás ocupado "pronto". Así lo ha informado en declaraciones en la agencia de noticias rusa TASS recogidas por la ucraniana Pravda. De momento, sin embargo, desde Moscú no han querido dar más detalles de cuándo y dónde piensa ir el mandatario. Sea como sea, que el mismo Putin se desplace hasta territorio ucraniano supone un riesgo muy alto, hecho que sugiere como de bajos se encuentran los ánimos de las tropas movilizadas al país vecino y como de seriamente se lo toman los altos mandos del ejército, muchos de los cuales habrían muerto en el transcurso de la invasión, precisamente para acercarse tanto a la línea de conflicto.

Putin visitará Ucrania

A la pregunta de si Vladímir Putin visitará los territorios anexionados del Donbás, gran parte de los cuales todavía están bajo control de Moscú, el portavoz del Kremlin ha respondido afirmativamente: "Por descontado, eso sucederá en su momento. Esta es una región de la Federación Rusa", ha dicho Peskov en referencia a los 'referéndums' que desencadenaron en la anexión a la Federación rusa de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, las dos provincias que conforman el Donbás.

La moral por el suelo

Moral baja y desorganización. Estos son dos de los principales problemas del ejército ruso en la guerra de Ucrania, según las principales agencias de inteligencia militar de Occidente. En las últimas semanas, los invasores han encadenado derrotas y un gran número de bajas mientras se retiran de nuevo hacia el este. Según afirma el Institute for the Study of War (ISW) en su último informe del conflicto, el régimen de Putin todavía estaría haciendo frente a las protestas de soldados movilizados y sus familias, que rechazan ir a la guerra y denuncian la escasez de entrenamiento, equipamiento e incluso salario que sufren. Estas acciones también se han visto en los centros de reclutamiento y en el mismo campo de batalla. En muchos casos, las primeras a exigir la mejora de condiciones o el fin de la guerra son las madres y mujeres de los hombres movilizados, como ya ha pasado anteriormente con otros conflictos rusos. Según la información del ISW: "La mala ejecución por parte del Kremlin de la movilización parcial está obligando al Kremlin y a los funcionarios locales a demostrar que intentan resolver estos problemas. Sus esfuerzos por apaciguar al personal movilizado y sus familias han obstaculizado los esfuerzos del mando militar ruso por desplegar una concentración suficiente de hombres movilizados en un corto periodo de tiempo para conseguir efectos decisivos".