Las milicias talibanas han asegurado este viernes que han capturado Kandahar, capital de la provincia homónima y la segunda ciudad más importante de Afganistán, un logro que eleva a trece las capitales regionales caídas durante la última semana.

"Kandahar, la segunda ciudad más grande del país, también ha sido conquistada", celebró en Twitter el portavoz talibán, Qari Yusuf Ahmadi, que indicó que durante la noche lograron tomar las sedes del gobernador y la Policía y otros puntos importantes de la ciudad.

El portavoz explicó además que "muchos soldados se rindieron y el resto huyó", y que lograron incautarse de un gran número de armas, vehículos y munición.

A falta de la confirmación oficial, esta es la decimotercera capital de provincia en ser conquistada por los talibanes en una semana, tras lograr victorias sucesivas en las capitales de las provincias de Nimroz, Jawzjan, Sar-e-Pol, Kunduz, Takhar, Samangan, Farah, Baghlan, Badakhshan, Ghazni, Herat y Qala-e-Naw.

Sin confirmación oficial

El Gobierno de Afganistán no ha confirmado ni ofrecido información sobre la caída de la ciudad o la retirada de sus fuerzas, mientras Estados Unidos prepara la evacuación de su embajada en Kabul.

La ciudad de Kandahar, y varias localidades vecinas, estuvieron bajo fuertes enfrentamientos durante las últimas semanas, con las tropas afganas resistiendo a los ataques de los talibanes.

Pese a la retirada de las tropas internacionales, la Fuerza Aérea de Estados Unidos dirigió varias operaciones aéreas para ayudar a las fuerzas afganas a hacer retroceder a los insurgentes en Kandahar.

Durante la última semana, las fuerzas afganas y los talibanes han mantenido fuertes choques en al menos una decena de las 34 provincias del país.

Los talibanes instaron "al enemigo a poner fin a la resistencia inútil lo antes posible en las provincias restantes", para que así pueda establecer un sistema afgano puro, islámico, sólido e inclusivo en el país, indicaron los insurgentes en un comunicado.

Las fuerzas afganas y el Gobierno viven un momento crítico con los talibanes, que controlan o disputan cerca de la mitad del territorio, algo que complica la búsqueda de una salida dialogada al conflicto, mientras Kabul ha ofrecido compartir el poder a cambio de un alto el fuego.

El deterioro de la situación de seguridad del país se profundizó en los últimos tres meses con el inicio de la fase final de la retirada de las tropas de EEUU y de la OTAN, y el estancamiento de las infructuosas negociaciones de paz intraafganas.

 

Imagen principal: Un control del ejército regular afgano en Kandahar, en una imagen tomada poco antes de la caída de la ciudad a manos de los talibanes / Efe