Vía libre para los talibanes, que avanzan rápidamente en Afganistán y ya controlan ocho capitales de provincia en menos de una semana. La última en caer ha sido la capital de Baghlan, muy importante estratégicamente porque conecta Kabul con diferentes regiones del norte del país. Un avance muy rápido que coincide con el inicio de la fase final de la retirada de las tropas americanas del territorio y que tiene previsto concluir este mes, después de más de veinte años de conflicto.

El repliegue de los EE. UU. en Afganistán ha permitido que se acelere la expansión de los talibanes. Sin embargo, el presidente Joe Biden ha asegurado que no se arrepiente de haber ordenado la retirada de las tropas en Afganistán, a pesar del rápido avance de los insurgentes. Ha subrayado que los líderes afganos tienen que "sumar esfuerzos" para hacer frente a la situación, y ha recordado que el ejército americano ha dejado un buen equipamiento a los militares locales.

Sin suficiente apoyo del gobierno

A pesar del equipamiento, el gobierno afgano está debilitado. Un diputado de la región, Abdul Razaq Hashemi, ha declarado a Efe que no han contado con suficiente apoyo militar del ejecutivo nacional para hacer frente los talibanes en la ciudad de Pul-e-Khumri, la capital de la provincia de Baghlan. Entonces, "las fuerzas de seguridad han decidido salir de la ciudad para evitar bajas entre la población civil". "Abandonaron a primera hora de la tarde la ciudad, lo que llevó a los combatientes talibanes a entrar en la ciudad y capturar edificios gubernamentales", según ha afirmado a Efe otro funcionario de seguridad de la región.

"Los muyahidines están persiguiendo al enemigo, que ha sufrido muchas bajas," ha dicho el portavoz de los insurgentes, Zabihullah Mujahid, que ha celebrado en Twitter la captura de la capital de Baghlan, que ha estado en el punto de mira de los talibanes durante una década por su importancia estratégica. Ha sido el escenario de algunas de las batallas más duras, pero las fuerzas de seguridad afganas nunca han conseguido eliminar la presencia insurgente en este territorio.

Miles de desplazados en Kabul

Más allá de las pérdidas militares, el problema más grave es la crisis humanitaria. Fuentes de la provincia han confirmado a Efe que muchísimas personas desplazadas se dirigen a Kabul después de que los talibanes hayan controlado Baghlan. De hecho, la capital del país se empieza a convertir en un campamento con miles de ciudadanos afganos que se instalan en parques después de escapar de los combates que golpean Afganistán.

"Hemos registrado 17.000 familias desplazadas hasta ahora, pero tenemos miedo de que esta cifra sea mucho mayor, en torno a 30.000 familias, unas 210.000 personas," ha informado el ministro de Gestión de Desastres, Ghulam Bahauddin Jailani. Al mismo tiempo, crece el número de pasaportes que se emiten, ya que los nuevos ricos se van: la desigualdad entre clases es patente en Kabul. Mientras los civiles buscan refugio en la capital del país, que tiene muchos números para acabar siendo ocupada, las grandes fortunas se marchan lejos para evitar el conflicto.

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Desplazados afganos por el conflicto contra los talibanes intentan sobrevivir en Kabul / Efe

Mientras la situación humanitaria se empieza a agravar, la Comisión Europea ha comunicado que descarta una nueva crisis migratoria por el conflicto afgano, que "es difícil, pero no desesperado". "Es una crisis militar, no migratoria", ha subrayado a Efe una fuente de la Unión Europea.

Con respecto a España, el Gobierno trabaja para traer a los intérpretes afganos que colaboraron con soldados españoles, pero que se quedaron en el país después de la retirada de las tropas. Fuentes de los ministerios de Asuntos Exteriores y Defensa han comunicado a Efe que están estudiando con Interior cómo pueden ser de ayuda a estas personas, que ahora se sienten amenazadas por el rápido avance de los talibanes.

 

Imagen principal: Un militar afgano en el conflicto contra los talibanes / Europa Press