Los jueces conservadores del Tribunal Supremo de Estados Unidos (EE.UU.) siguen siendo objeto de controversia por sus posicionamientos políticos, creencias religiosas y pasado personal y profesional. Desde Amy Coney Barret, una ultra religiosa cristiana, hasta Brett Kavanaugh, también nombrado por Donald Trump y con largo lista de acusaciones de abusos sexuales a sus espaldas, los conservadores han sido cuestionados por su parcialidad para ejercer su labor en temas como el aborto. Finalmente, como era de esperar, con mayoría conservadora ha acabado con la protección constitucional del derecho al aborto, pero las polémicas respecto a ese derecho no han terminado aquí. Este viernes, el juez conservador Clarence Thomas afirmó en un escrito que las vacunas contra el coronavirus se desarrollaron utilizando células de "niños abortados".

Thomas fue uno de los jueces que se posicionó en contra de la protección constitucional del derecho al aborto en Estados Unidos. Ahora, en un caso por el que un grupo de sanitarios pidió anular la obligatoriedad de vacunarse para trabajar alegando motivos religiosos, el juez conservador expuso una de las teorías conspiranoicas más común entre los negacionistas de la pandemia: las vacunas se realizan con células de aborto. Concretamente, mientras sus compañeros han desestimado el caso, a Thomas no le ha temblado el pulso para afirmar que los sanitarios se oponen "por motivos religiosos" a todas las vacunas contra la covid-19 disponibles porque "se desarrollaron utilizando líneas celulares derivadas de niños abortados".

Ninguna vacuna de la covid se ha creado con este tipo de células, aunque sea una bola extremadamente extendida entre los negacionistas del coronavirus. Como remarca Efe, el Comité Asesor de Vacunas (CAV) de la Asociación Española de Pediatría (AEP), en el artículo "Vacunas, 'células de fetos abortados' y otras teorías irracionales", negó "rotundamente" que se hubieran usado células de niños abortados para elaborar las vacunas.

Más decisiones polémicas de Thomas

Dentro de la explosión de rabia contra la Corte Suprema de EE.UU. que hubo al conocerse la sentencia que retiraba la protección constitucional al derecho del aborto, Thomas tuvo un papel especialmente destacado. Fue el blanco de gran parte de las críticas por su escrito en la sentencia de Roe v. Wade. El juez conservador aprovechó la ocasión para poner en duda otros derechos.

Thomas también emitió una opinión propia en la que animó directamente a sus compañeros a revisar otras sentencias pasadas utilizando el mismo prisma que a la decisión sobre el aborto. ¿Qué sentencias? Las que protegen matrimonio homosexual y al derecho a utilizar anticonceptivos. Como ocurre con el derecho del aborto, estos no están protegidos explícitamente por ninguna ley federal, sino que dependen de las interpretaciones que en su momento hizo el Tribunal Supremo respecto a su encaje en la Constitución estadounidense.