El ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, ha provocado un nuevo terremoto político con unas declaraciones realizadas en una conferencia inmobiliaria en Tel Aviv, donde ha calificado la Franja de Gaza de "mina de oro inmobiliaria" y ha asegurado que ya se están manteniendo conversaciones con Estados Unidos para dividirse el territorio. "Ahora que la hemos destruido, veamos cómo la repartimos", ha afirmado ante los asistentes, según han recogido varios medios israelíes. Smotrich, uno de los dirigentes ultraderechistas más influyentes del gobierno de Benjamin Netanyahu, ha subrayado que Israel ha "invertido mucho dinero en esta guerra" y que ahora hay que decidir "cómo se distribuirá el terreno en porcentajes". En su opinión, el derribo de buena parte de Ciudad de Gaza supone "la primera fase de la renovación de la ciudad" y el siguiente paso será poner en marcha su reconstrucción.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dejado entrever en varias ocasiones su interés en transformar la Franja de Gaza en la Riviera de Oriente Medio, bajo control estadounidense, con la idea de impulsar el desplazamiento de una parte de la población palestina después de la guerra. Estas declaraciones encajan con las informaciones sobre proyectos de reorganización territorial en el enclave, que han ido circulando en los últimos meses. De hecho, el mes pasado The Washington Post reveló que la administración Trump estudiaba una propuesta para asumir el control de la Franja durante diez años y ofrecer compensaciones económicas a aproximadamente una cuarta parte de sus habitantes para que se reubicaran, en muchos casos de forma permanente. Estas iniciativas han generado un amplio rechazo, ya que tanto la dirección palestina como varios gobiernos árabes y numerosas voces de la comunidad internacional han advertido de que cualquier plan que implique el desplazamiento forzado de gazatíes es inaceptable y constituye una grave violación del derecho internacional.

Por su parte, Smotrich es un habitual a la hora de ofrecer declaraciones polémicas e incendiarias. Es uno de los máximos exponentes del ala dura del gabinete de Netanyahu y, junto al ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, tiene prohibida la entrada en España. El ministro de Finanzas hebreo es hijo de una familia de militantes sionistas y actualmente reside en Kedumim, un asentamiento ilegal en virtud de la legislación internacional. De hecho, su casa fue construida de forma ilegal fuera de los límites del asentamiento, según informa el diario israelí Haaretz. Smotrich está convencido de que los judíos tienen un derecho divino sobre el territorio que constituye el Israel bíblico, y su principal ambición es “colonizar la tierra, construirla y evitar, por el nombre de Dios, su división y el establecimiento de un estado palestino”.