Una carta sospechosa dirigida al consulado de Ucrania en Barcelona fue interceptada ayer viernes en el centro logístico de Correos en la Zona Franca, según han confirmado fuentes policiales. Los Mossos d'Esquadra desplazaron al lugar su equipo de desactivación de explosivos para analizar con detalle el sobre, que no contenía finalmente ningún tipo de elemento electrónico, explosivo ni deflagrando. Hace unos quince días, el 5 de diciembre pasado, ya fue interceptada una carta con ojos de animal dirigida al mismo consulado ucraniano de Barcelona, situado en el número 185 de la calle de Numància. También se detectaron sobres similares dirigidos a la embajada de Ucrania en Madrid, el consulado ucraniano en Málaga y en otras delegaciones ucranianas por toda Europa.
Los sistemas de seguridad de Correos detectaron e interceptaron al principio de diciembre un sobre con ojos de animal dirigido al consulado ucraniano en Barcelona. Cartas parecidas dirigidas al consulado ucraniano en Málaga y a la embajada en Madrid también fueron interceptadas. La policía española descartó la presencia de sustancias explosivas o deflagrantes. Estos sobres llegaron después de que la semana pasada fueran detectados otros paquetes con explosivos en delegaciones ucranianas por toda Europa. Después del envío interceptado el viernes en la embajada en Madrid, la policía española trasladó a Correos los detalles del sobre, cosa que ayudó a su intercepción.
Los paquetes enviados al Gobierno
El Ministerio del Interior comunicó al principio de mes que el presidente del Gobierno había recibido el envío de un sobre con material pirotécnico. La policía española interceptó el paquete, que fue neutralizado por los servicios de seguridad del jefe del ejecutivo, y lo comunicó a la Audiencia Nacional. La Moncloa comunicó que alguien envió este paquete a Sánchez con unos cuantos días de retraso, cuando habían aparecido varias cartas bomba en otros puntos del Estado, pero en la misma nota informativa Interior explica que este envío a Sánchez se había producido el 24 de noviembre. La intercepción se produjo cuando los agentes de seguridad hacían las tareas de cribado de los paquetes que recibe el presidente del Gobierno. En aquel cribado encontraron un paquete sospechoso que se había enviado por correo ordinario. Así pues, el Departamento de Seguridad activó los protocolos pertinentes y, después de asegurar la zona, procedió a la deflagración controlada del sobre. Interior apunta que las investigaciones todavía no han acabado, pero que podía contener una sustancia que se utiliza en los artefactos pirotécnicos.
Un herido por una carta bomba
Más incidentes similares a finales de noviembre cuando una carta bomba dejó herido leve un trabajador de la embajada ucraniana en Madrid después de que este artefacto explotara dentro de la delegación diplomática. Según explicaron fuentes de este ataque a Efe, el explosivo estaba introducido en un sobre que cogió el trabajador. Esta persona se pudo dirigir por su propio pie a un hospital madrileño, donde fue atendida. La policía ya activó el protocolo antiterrorista y acordonó la zona de la embajada, que se encuentra en el número 52 de la Ronda Abubilla, en la zona norte de la capital española. Los efectivos especializados en la desactivación de explosivos, Tedax, y otras unidades policiales se desplazaron hasta la zona.