Acuerdo sin precedentes entre la Unión Europea y el Reino Unido. El objetivo era desbloquear la situación en torno al Protocolo de Irlanda, el punto de más fricción sobre el Brexit y de esta manera suavizar las tensiones generadas después de la salida del Reino Unido de la UE. Y este acuerdo, ha llegado este lunes. Básicamente, lo que se ha sellado es el encaje de Irlanda del Norte tras el Brexit. Un protocolo, no exento de polémica, que disipa el camino para una futura relación entre el Reino Unido y la UE después de hacerse efectivo el Brexit. ¿De dónde sale la polémica? Pues básicamente a dos realidades. Por una parte, la política, es decir, la paz en Irlanda del Norte y la económica, que dice que la isla de Irlanda es parte de la UE, pero no lo un trocito del norte de la isla, que forma parte del Reino Unido.

El nuevo marco Windsor

El primer ministro británico, Rishi Sunak, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, han conseguido cerrar este acuerdo el lunes. El llamado marco Windsor, porque el pacto se ha sellado en esta ciudad, tiene el objetivo de preservar este equilibrio delicado del acuerdo de paz del Viernes Santo con el IRA, según ha destacado Sunak. Y además, también protegerá las "aspiraciones e identidad" de los habitantes de Irlanda del Norte.

En este sentido, el acuerdo reducirá los controles de aduana dentro del Reino Unido y facilitará así los intercambios comerciales sin establecer una "frontera dura" entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, que pudiera poner en peligro los acuerdos de paz. Uno de los grandes miedos que había sobre la mesa desde que empezó a sonar el Brexit.

Von der Leyen ya ha dicho que este acuerdo no solo "beneficia a los habitantes de Irlanda del Norte y da apoyo a todas las comunidades que celebran la paz en la isla de Irlanda", sino que refuerza las relaciones entre la UE y el Reino Unido.

La "frontera dura", lo que la UE y el Reino Unido querían evitar

Irlanda del Norte sufrió un conflicto entre 1968 y 1998, que enfrentó a los llamados unionistas, de religión protestante mayoritaria, partidarios de preservar los lazos con el Reino Unido; y los republicanos, en su mayoría católicos y minoritarios, que eran partidarios de la independencia o bien de la integración de la provincia en la República de Irlanda, tal como recuerda la BBC. La conflictividad acabó con el acuerdo de paz firmado el Viernes Santo en Belfast, que puso punto final, pero contempla como a condición de que no haya fronteras físicas en la isla. Por este motivo, cuando el Brexit se puso sobre la mesa, se dispararon las alarmas en este sentido, porque nadie quería de nuevo una frontera dura que provocas de nuevo conflictividad en la isla o levantara de nuevo el conflicto.

¿Qué ha provocado el Brexit entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda?

Cómo no podría ser de otra manera, el Brexit ha afectado a la relación entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda. Antes del Brexit, la venta de bienes y servicios se hacía con pocas restricciones porque los dos territorios formaban parte del mercado común europeo, es decir, estaban las mismas normas. Con el Brexit, sin embargo, la cosa cambia. Con la salida del Reino Unido de la UE se tuvieron que poner en marcha una serie de controles. Ninguna de las dos partes querían que estos acuerdos se hicieran entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte para que esta actividad no comportara peligro para el acuerdo firmado.

¿Qué cambiará este nuevo acuerdo?

En la práctica no mucha cosa. Según explicaron el mismo Sunak y Von der Leyen en una rueda de prensa posterior, el tratado simplemente implementará sistemas para facilitar los controles a través del Mar de Irlanda. Eso sí, habrá cambios en el tratado de salida que el Reino Unido y la UE acordaron hace tres años. El acuerdo establece un sistema de carriles verdes y rojos entre Irlanda del Norte y el Reino Unido, destaca el portal 20 minutos. Por el carril verde, irán las mercancías hacia Irlanda del Norte, sin controles de rutina. Mientras que por los carriles rojos irán mercancías que vayan a Irlanda del Norte. Estas sí que tendrán controles y trámites de aduana. De esta manera, las fronteras quedarán establecidas al mar, y no entre los dos territorios. Este protocolo fue ideado para evitar una frontera física entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda. Y, por lo tanto, la frontera comercial de la UE está en el mar.

 

Imagen principal: el primer ministro británico, Rishi Sunak, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen / Efe