El paso del huracán Ian por Florida (Estados Unidos) ha dejado incertidumbre y destrucción, especialmente en el suroeste y centro de este estado, donde hay más de 2,5 millones de personas sin energía, miles continúan atrapadas en sus domicilios inundados de agua, algunas carreteras están intransitables y las autoridades hablan de dos posibles muertes. De momento, el presidente de los EE. UU., Joe Biden, ha alertado de que el temporal Ian "podría ser el más letal de la historia de Florida", a la espera del recuento oficial de víctimas mortales, aunque ya ha adelantado que se prepara para "una pérdida de vidas sustancial". Ian ha degradado este jueves en tormenta tropical, pero todavía es capaz de hacer daño y producir inundaciones por la marejada ciclónica y las lluvias. El huracán, con vientos máximos sostenidos de 140 kilómetros por hora, avanza desde el Atlántico hacia la costa de Carolina del Sur, donde tocará tierra este viernes, según ha informado el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de los EE. UU.

Como mínimo 15 víctimas

"Nos ha chafado", ha asegurado al programa Good Morning America el alguacil del condado Lee, Carmine Marceno, quien avanzó que las muertes derivadas del huracán se contarán por "centenares". Poco después, el gobernador del Estado, Ron DeSantis, ha matizado que solo se habían registrado oficialmente dos víctimas mortales, una cifra que posteriormente se habría incrementado hasta 15, según medios estadounidenses. "Hemos tenido dos muertes no confirmadas, en el sentido que no sabemos si están relacionadas con la tormenta. Nuestra suposición es que probablemente lo son", ha dicho DeSantis en una rueda de prensa en la cual ha insistido en que todavía es prematuro dar un primer recuento oficial de víctimas mortales. "Todavía no podemos acceder a muchas de las personas que lo necesitan", ha lamentado Marceno, y ha hecho referencia a la carretera elevada que conecta Fort Myers con la isla de Sanibel, donde viven más de 6.000 personas, que ha quedado partida en dos y con varios tramos destrozados a causa del impacto de Ian. "Nunca habíamos visto marejadas ciclónicas de esta magnitud", ha admitido el gobernador, y ha añadido que las inundaciones registradas en zonas costeras por la subida de la marea corresponden a un acontecimiento "de cada 500 años".

Además de los ciudadanos norteamericanos, la Guardia Costa ha identificado una patera con personas migradas procedentes de Cuba que han naufragado en medio del huracán, y de momento ya habría rescatado (y detenido) a 9 de las 20 personas que viajaban.

El gobierno federal limpiará y reconstruirá Florida

Biden ha hecho estas declaraciones durante una visita a la oficina central de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, en inglés) para ponerse al día de los esfuerzos delante del huracán, que tocó tierra el miércoles y que este jueves sigue avanzando a través de Florida. Durante su discurso delante la FEMA, el mandatario ha detallado que se han desplegado 1.000 miembros de los servicios federales de emergencia a Florida, donde se han enviado millones de litros de agua, comidas y centenares de generadores. También ha afirmado que el gobierno federal cubrirá "el 100%" del coste que suponga limpiar la suciedad que deje el huracán en su paso por el país, así como los esfuerzos de rescate por salvar vidas, y asumirá la mayor parte del coste de reconstruir edificios públicos como escuelas y estaciones de bomberos.

En cuanto a los particulares que hayan perdido sus casas o que hayan sufrido daños materiales en sus viviendas, Biden ha señalado que, si sus seguros no cubren todo, el Gobierno federal proporcionará asistencia individual, con 37.900 dólares para reparaciones en domicilios, y unos 37.900 más si se han perdido bienes como vehículos. Además, el mandatario ha hablado hoy por teléfono con el gobernador de este estado, el republicano Ron DeSantis, para ofrecerle "el máximo apoyo federal". Más tarde, en declaraciones a los periodistas, Biden ha revelado su intención de visitar Florida y Puerto Rico, aunque no ha precisado una fecha, y ha apuntado que si DeSantis, un crítico acérrimo del presidente, se ve capaz, se reunirá con él.