En estos momentos, la batalla principal en la guerra de Ucrania no está en los cielos de Kyiv o Dnipró, a pesar del aumento reciente de ataques rusos con drones. Tampoco se decidirá por el lento avance del ejército ruso en el este del país, a pesar de la intensidad de los combates. La lucha clave está en influir al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que parece cada vez más impaciente con los intentos de encontrar una salida pacífica. Por eso, la llamada que tiene que mantener con el presidente ruso, Vladímir Putin, este lunes puede ser muy importante. Tanto Moscú como Kyiv quieren hacer ver que el otro es quien impide la paz, para ganarse el apoyo de Trump. Varios dirigentes europeos también tienen previsto hablar con él antes de que llame a Putin, porque temen que su opinión dependa de la última persona con la que haya hablado. El mes pasado, tras hablar con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en el funeral del papa Francisco, Trump realizó unas de sus críticas más duras contra Putin. Condenó el ataque con misiles sobre Kyiv y dijo que no estaba seguro de que Putin quisiera realmente acabar con la guerra.
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¿Qué se espera de la llamada entre Putin y Trump?
Durante la llamada del lunes, que se prevé larga, Putin tendrá todo el tiempo para hablar con Trump sin interrupciones. Podrá decirle lo que quiera: promesas comerciales, elogios o presiones, según lo que crea que puede convencerlo más. Trump y Putin parecen creer que solo ellos dos tienen el poder y la capacidad para resolver la guerra de Ucrania. Creen que los europeos y los ucranianos acabarán aceptando lo que ellos decidan.
Las conversaciones en Estambul de la semana pasada entre negociadores rusos y ucranianos no dieron grandes resultados. Eso ha reforzado la idea de que Trump es clave para alcanzar un acuerdo. Por eso, ha decidido volver a implicarse, llamando directamente a Putin, después de haber amenazado con retirarse de los esfuerzos de paz.
El gran miedo de Ucrania
El gran temor de Ucrania es que Trump y Putin acuerden por teléfono un plan de paz propio. Trump dice que después llamará a Zelenski, pero existe el riesgo de que intente imponer las condiciones de Putin con la amenaza de cortar la ayuda militar y económica de Estados Unidos. Trump también tiene margen para presionar a Rusia, si quiere hacerlo. Con muchas bajas y problemas económicos, al Kremlin no le interesa que Trump se enfade y decida aumentar el apoyo a Ucrania.
El problema de fondo es que Rusia y Ucrania no aceptan las condiciones mínimas del otro. Ninguno de los dos quiere ceder lo suficiente para hacer posible un acuerdo. Eso no significa que las conversaciones, sean directas o por teléfono, no sirvan. Como mínimo, dejan claro como están de alejadas ambas partes. Pero también puede significar que, incluso con presión de Estados Unidos y una llamada de Trump, Moscú y Kyiv escojan seguir luchando.
El contexto de la llamada entre ambos líderes
El anuncio de la llamada lo ha dado al propio presidente de EE.UU., Donald Trump, que ha dicho que hablará con Putin para intentar detener la guerra. "Los temas de la llamada serán, parar la 'carnicería' que mata, por término medio, más de 5.000 soldados rusos y ucranianos cada semana, y el comercio", escribió Trump en Truth Social el sábado.
El anuncio llega después de que representantes de Ucrania y Rusia se reunieran cara a cara el viernes en Turquía. Es el primer encuentro directo entre los dos países en tres años. Trump ha dicho varias veces que cree que no habrá ningún avance real en las conversaciones de paz hasta que él y Putin no hablen directamente. "No creo que pase nada, te guste o no, hasta que él y yo nos encontramos", ha dicho Trump en la prensa esta semana.