La activista climática Greta Thunberg ha sido detenida este martes, junto con otros manifestantes, en una protesta contra el desalojo de todo un pueblo por hacer una mina, según informa Reuters. Los ecologistas y vecinos de la localidad de Lützerath (oeste) hace días que se resisten a abandonar la zona, donde la corporación RWE quiere aumentar la explotación de carbón en la mina Garzweiler II. La policía de Alemania ya desalojó este domingo Thunberg durante una protesta que reunió cerca de 500 activistas. Este martes, según Reuters, ha sido identificada por las autoridades alemanas y se la ha visto sentada en un autobús de la policía.

La activista sueca se unió a las movilizaciones el viernes, participando también el sábado en una gran movilización contra el proyecto que reunió a unas 10.000 personas. Después de cinco días de protestas, entre el domingo y el lunes por la madrugada, la policía consiguió echar a todos los concentrados, que se llegaron a atrincherar en decenas de construcciones improvisadas arriba de los árboles e, incluso, dos de ellos se escondieron en un túnel, que fueron los últimos a encontrar. Todas estas acciones de los protestantes, entre los cuales Greta Thunberg, eran para retrasar el máximo posible las obras de demolición de la localidad alemana. Durante el desalojo se vivieron escenas de tensión y violencia. Por una parte, los antidisturbios utilizaron cañones de agua, gas pimienta y porras contra ellos, mientras que los manifestantes respondieron lanzando piedras, pirotecnia y cócteles Molotov.

Aunque la policía consiguió vaciar la zona, este martes unos 70 ecologistas han vuelto a protestar en la mina Garzweiler II, entre ellos Thunberg. Los agentes la han tenido que sacar en brazos a fin de que abandonara la zona. Posteriormente, se la ha visto retenida en un autobús policial y se ha podido confirmar que lo han identificado.

Greta Thunberg, contra los Verdes

La activista climática de 19 años criticó duramente el gobierno alemán durante la manifestación a Lützerath de este sábado. "La ciencia lo dice claramente: el carbón tiene que permanecer bajo tierra, tenemos que parar la destrucción de nuestro planeta", afirmó Greta Thunberg. "El carbón sigue en el suelo, seguimos aquí, Lützerath todavía existe, y mientras el carbón siga bajo tierra, esta lucha no habrá acabado. No pensemos desistir", insistió. Thunberg calificó de "vergüenza" la situación a Alemania, "uno de los países más contaminantes del mundo". Asimismo, señaló a los Verdes por haber dado apoyo a la demolición del pueblo minero, socio de la coalición del gobierno federal alemán.

Durante sus declaraciones, Greta Thunberg lamentó el estado de Lützerath, rodeado de cráteres de minas de carbón. "De verdad que parece Mordor", afirmó, en referencia al territorio descrito en los libros de El Señor de los Anillos. "Demuestra del que es capaz la gente en las condiciones equivocadas. Muestra contra la cual luchamos, qué queremos evitar", añadió.