ÚLTIMA HORA | Sigue el minuto a minuto del conflicto Rusia - Ucrania
Se juntan las luchas. Activistas de Greenpeace han boicoteado la llegada de un barco con petróleo ruso al Reino Unido, tanto por la guerra de Ucrania como por su impacto medioambiental y ecológico. De acuerdo con los cálculos de la organización, hablamos de 33.000 toneladas de crudo con un valor estimado de treinta millones de libras (más de 35 millones de euros) "que irían directamente a (Vladímir) Putin para financiar su invasión de Ucrania". Así pues, doce voluntarios de Greenpeace han eludido la seguridad de una de las tenazas del río Támesis este domingo noche y se han preparado para evitar que el petrolero Andrómeda atracara y descargara la mercancía.

La organización ecologista ha recordado que el primer ministro británico, Boris Johnson, instó a Europa a dejar de comprar petróleo ruso y pidió que todos los puertos británicos bloquearan la llegada de barcos con bandera rusa. "Pero el petróleo ruso todavía llega, así que hemos tomado medidas", ha indicado Greenpeace mediante un comunicado. Entonces, los activistas han ocupado el muelle de Navigator Terminales del Támesis donde tenía que llegar el barco en cuestión y han impedido que atracara, hasta el punto que ha tenido que hacer marcha atrás y atracar en un muelle mucho más lejano (en la costa de Margate, además de 100 kilómetros del destino original).

La guerra, la inflación, la pobreza y el clima

Los voluntarios han desplegado pancartas con el lema "Guerra de combustibles fósiles", pero han acabado siendo expulsados y detenidos. "Gracias a ellos, el barco lleno de petróleo de Putin no ha atracado hoy", ha celebrado igualmente Greenpeace. Sin embargo, la acción de protesta ha conseguido aguantar más de doce horas: desde este domingo noche hasta este lunes. Todo apunta al hecho de que habrá más acciones de este tipo, ya que la organización ha recordado que cuenta con una aplicación llamada "Russian Tanker Tracker" que permite ver en directo cuándo salen de Rusia los envíos de petróleo y cuándo llegarán tanto al Reino Unido como puertos del resto del planeta. "Los activistas de Greenpeace han estado haciendo sirviendo el rastreador para protestar contra los envíos de combustibles fósiles rusos en los Estados Unidos, Dinamarca, Suecia, Polonia, Bélgica, España y el mar Báltico," ha recordado la organización.

Greenpeace ha aprovechado la situación para criticar que "la industria de los combustibles fósiles ha estado financiando la guerra durante mucho tiempo". "El petróleo y el gas representan el 40% del presupuesto federal de Rusia y constituyen el 60% de sus exportaciones. En octubre del 2021, Rusia ganó más de 400 millones de euros al día con los combustibles fósiles", ha precisado. Y ha añadido: "Cada vez que compramos petróleo o gas ruso, el dinero de nuestros bolsillos va en Putin hacer financiar esta guerra. Sin embargo, podemos ayudar a detener la guerra reduciendo la demanda de combustibles fósiles". Más allá de la guerra, la organización ecologista también ha señalado que es importante dejar de depender del petróleo para acabar con la inflación y la pobreza energética, así como frenar la crisis climática.