El ministro alemán de Interior, Horst Seehofer, ha llamado a reforzar la lucha contra la extrema derecha a la espera de que se confirmen las sospechas que el político conservador Walter Lübcke fue asesinado por una persona próxima a grupos neonazis.

Lübcke, de 65 años y ninguno del gobierno local de Kassel, estuvo descubierto poco después de la medianoche del 2 de junio con un tiro en la cabeza en la terraza de su vivienda en la localidad de Wolfhagen-Istha. La Policía judicial del estado de la Sajonia investiga posibles contactos entre el sospechoso del asesinato y formaciones neonazis.

De confirmarse "la situación sería realmente peligrosa", ha explicado Seehofer, antes de señalar que la extrema derecha se ha convertido en un peligro muy real en Alemania. El ministro alemán ha situado esta amenaza al mismo nivel que el terrorismo islamista y los llamados "Reichsbuerger" ("ciudadanos del Reich"), un colectivo de extrema derecha que niega el Holocausto y la legitimidad del Estado alemán.

Seehofer ha anunciado su intención de "dotar de más fuerza el Estado de derecho". "Este asesinato", ha indicado "me lleva a utilizar todos los recursos para aumentar la seguridad". Según el ministro, todos los niveles administrativos tienen que implicarse en la tarea de asegurar tanto a las personas como a los objetos, incluido el nivel municipal.