Las autoridades francesas han prohibido la marcha anual en memoria de Adama Traoré, un joven negro de 24 años que murió bajo custodia policial en el 2016, provocando un chasquido de ira y una batalla judicial por parte de los abogados. El gobierno francés todavía se está recuperando de seis noches de disturbios después de que Nahel, un joven de 17 años de origen argelino, fuera asesinado a tiros por la policía durante un control de tráfico en Nanterre, en las afueras de París. Se produjeron más de 23.000 incendios mientras grupos de jóvenes se enfrentaban con la policía y lanzaban fuegos artificiales contra los agentes, 12.000 vehículos fueron incendiados, más de 2.000 edificios públicos resultaron dañados y tiendas y supermercados fueron saqueados.

La marcha del sábado en recuerdo de Traoré, que su familia alega que fue lanzado en el suelo por los agentes y que murió asfixiado, ha sido prohibida por el prefecto de policía de Vale-de Oise. La oficina del prefecto alegó posibles problemas para el orden público en las ciudades de Persan i Beaumont-sur-Oise, que habían sufrido disturbios después de la muerte de Nahel, incluido un incendio en el ayuntamiento de Persan. La oficina del prefecto ha afirmado que estaba el riesgo de que aparecieran "elementos disruptivos".

Pero los miembros de la campaña de justicia por Traoré, que dio apoyo a la madre de Nahel en Nanterre la semana pasada, han dicho que prohibir la marcha del sábado podría empeorar las tensiones por la presunta brutalidad policial y el racismo si se veía que se impedía una manifestación pacífica por|para la justicia. Han insistido en que la marcha se había hecho pacíficamente cada año durante siete años. El comité organizador ha dicho que la marcha de Adama Traoré es una "conmemoración preciosa y necesaria para nuestras familias y para todos aquellos que defienden la igualdad y quieren acabar con la impunidad policial".

¿Una prohibición por decisión política?

El caso de Traoré, y la campaña de justicia liderada por su hermana Assa Traoré, se ha convertido en simbólica a Francia. En los últimos años, a veces se lo ha denominado "George Floyd francés", en comparación con el caso norteamericano del 2020 de un hombre negro desarmado que murió por asfixia después de que un oficial blanco le pusiera la rodilla en el cuello. No ha habido acusaciones en el caso Traoré, que la familia quiere llevar a la justicia.

Varios grupos de la izquierda, desde los sindicatos hasta el partido de izquierda radical de Jean-Luc Mélenchon, La France Insoumise, dieron apoyo a la marcha de Traoré y tenían que asistir. Clémentine Autain, diputada de La France Insoumise, ha asegurado que la prohibición era una decisión política. Y ha añadido: "Es irresponsable por parte del gobierno prohibir estas formas de expresión democráticas y pacíficas".