El Gobierno francés ha anunciado que se prohibirán las habituales concentraciones y fiestas en la calle en Nochevieja y que pondrá más presión y restricciones a los que no estén vacunados, además de acelerar la vacunación de refuerzo ante la rápida irrupción de la variante ómicron. Tras un Consejo de Defensa organizado por el presidente Emmanuel Macorn, el primer ministro, Jean Castex, pidió a los franceses que durante estas navidades limiten al máximo las reuniones o los encuentros con muchos participantes porque "cuantos menos seamos, menos riesgos correremos". Aparte de las discotecas, que ya están cerradas, por Nochevieja los franceses no podrán disfrutar de conciertos ni de los tradicionales fuegos artificiales, para evitar que se formen concentraciones.

Tercera dosis

Castex también ha advertido que ómicron podría ser la variante dominante en Francia desde comienzos de 2022 e insistió en el mensaje en que la principal arma contra esta y todas las cepas es la vacunación. Por eso, desde el 3 de enero se permitirá la administración de la dosis de refuerzo a quienes se hayan pinchado por última vez hace cuatro meses, y no cinco meses como hasta ahora. Ante la subida de contagios y la necesidad de esta dosis de refuerzo, se anunció que el pasaporte covid caducaría a los siete meses de la segunda dosis de la vacuna y no a los nueve, como propone la Unión Europea. 

El primer ministro justificó esta nueva medida explicando que con dos dosis, la vacuna para la covid es eficaz al 60% contra las formas graves de la enfermedad, pero con tres ese porcentaje sube al 90%. Por ahora 17 de los 67 millones de franceses han recibido una dosis de refuerzo y en los últimos días la campaña se ha acelerado, con un récord de 950.000 pinchazos inoculados ayer, con la vista puesta en un objetivo de 25 millones de aquí a finales de año. Si se mantiene el ritmo que se consiguió este viernes, para el 31 de diciembre habrá más de 30 millones de personas con la tercera dosis, superando así con creces el objetivo. 
 

Críticas a los no vacunados 

Castex ha dirigido todas sus críticas a los seis millones de franceses que han decidido no inmunizarse. Según el primer ministro, esta es una situación que "no se aguanta", especialmente porque "llega una nueva ola de contagios" cuando los hospitales "están llenos de personas no vacunadas" y los médicos se encuentran "sometidos a una fuerte presión y lo seguirán estando en las próximas semanas".

En este sentido, ha afirmado que se ha dado el tiempo suficiente a los franceses que tenían dudas, pero ahora esto ya no es suficiente. Durante el mes de enero, el Ejecutivo llevará un proyecto de ley al Parlamento para que el certificado sanitario, que en Francia es imprescindible para muchos actos de vida social, como ir a un bar, a un restaurante, al cine, a un espectáculo o a un estadio, solo tenga validez para los que están vacunados. De este modo, no podrán utilizarlo como hasta ahora los que tengan un test negativo de menos de 72 horas. Además, se endurecerán las condiciones de control de los certificados y aumentará la represión contra quienes cometan fraudes.
 

Restricciones al Reino Unido 


Francia ha endurecido desde este viernes las condiciones de entrada a las personas procedentes del Reino Unido: sin viajes turísticos, un test negativo, además del certificado de vacunación, y un periodo de aislamiento de siete días. Sin embargo, Macron ha anunciado que quienes lleguen desde otros países de la Unión Europea no tendrán más restricciones que hasta ahora, y les bastará con presentar un certificado sanitario. 

En Reino Unido, el número de contagios va en aumento: el jueves el país cumplió nuevo récord de contagios por coronavirus, superando los 88.000 casos diarios. Tras el repunte de casos se encuentra la variante ómicron, que empieza a esparcirse con más fuerza en el país. Las hospitalizaciones por el virus también han ido en aumento, aunque las muertes siguen a la baja. 

 

En la imagen principal, el Arco de Triunfo de París, uno de los sitios donde más gente se reunía para celebrar Nochevieja antes de la covid / Europa Press