Francia ha dado un paso adelante para proteger el derecho al aborto haciendo que se convierta en un derecho constitucional. La Asamblea Nacional francesa se ha pronunciado este jueves por una amplia mayoría para convertir en constitucional el derecho al aborto, y eso se considera como una primera etapa para su blindaje, según informa la agencia Efe.
La iniciativa, propuesta inicialmente por la izquierda de la Francia Insumisa y que después ha sido consensuada con el partido Renacimiento (liberal) del presidente francés, Emmanuel Macron, ha obtenido 337 votos favorables y 32 en contra. El aborto está despenalizado en Francia desde la Ley Veil, aprobada en 1975, pero los diputados franceses quieren ir más lejos teniendo en cuenta lo que está pasando en otros lugares del mundo, como los EE.UU.
La propuesta ha tenido el apoyo de todas las fuerzas progresistas, de los diputados del partido de Macron y sus aliados, así como de buena parte de los conservadores. Aunque se ha conseguido dar este paso, todavía hay un recorrido a hacer hasta que se pueda recoger el derecho en el texto constitucional.
Los siguientes pasos
El Senado tiene que adoptar la iniciativa en los mismos términos con que se ha aprobado en la cámara baja y después el Congreso, que es la reunión extraordinaria de diputados y senadores, tiene que dar apoyo con una mayoría de tres quintos. También está la posibilidad de acelerar el proceso mediante un proyecto de ley presentado por el gobierno.
El ministro de Justicia francés, Éric Dupond-Moretti, ha declarado: "Es un día histórico que marca una etapa fundamental para el derecho al aborto, para que las mujeres dispongan de su cuerpo, punto final".
La jefa de filas de LFI, Mathilde Panot, ha dicho que esta votación es un homenaje también a las mujeres de varios países europeos como Polonia y Hungría, donde el derecho a la interrupción voluntaria al embarazo está muy restringido. En Francia, el aborto está actualmente autorizado hasta el final de la semana 14 de embarazo.
El hecho sorprendente ha llegado de la mano de la ultraderecha francesa de Marine Le Pen en el partido de la cual, Reagrupamiento Nacional, conviven políticos muy diversos, algunos a favor del matrimonio homosexual y otros más aferrados al catolicismo más conservador. Después de una actitud pendular, Le Pen ha decidido dar apoyo al texto, pero quiere que se fije también el plazo, las 14 semanas actuales, ya que, a las propuestas de ley, según ellos, se deja la puerta abierta a qué se amplíe.
La prensa francesa recoge las declaraciones del portavoz del partido de Le Pen: ¿"El texto propuesto por la França Insubmisa es un poco corto, no hay por ejemplo límite en el tiempo, es decir, sería posible abortar al cabo de ocho meses?"