Un oficial retirado de las fuerzas especiales de los Estados Unidos ha denunciado en declaraciones a la BBC haber presenciado como tropas israelíes y contratistas internacionales "disparaban contra multitudes de palestinos" cerca de los puntos de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza. Anthony Aguilar, que hasta hace poco tiempo había trabajado con la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), una organización apoyada por Washington, ha asegurado que vio soldados israelíes disparando deliberadamente contra multitudes hambrientas y desarmadas. "En toda mi carrera, nunca había presenciado un nivel de brutalidad y uso de la fuerza tan indiscriminado e innecesario contra población civil", ha afirmado Aguilar, que dimitió de su cargo después de los hechos. El exmilitar ha sostenido que "sin duda" fue testigo de crímenes de guerra, incluidos ataques con morteros, artillería y tiros de tanques dirigidos contra civiles. El reportaje de la cadena de televisión británica incluye imágenes grabadas por el propio Aguilar, que muestran diversos de estos episodios, y que el medio asegura haber verificado. Tanto las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) como la GHF han negado las acusaciones, calificándolas de falsas y políticamente motivadas.
A US colonel accuses Israel of war crimes...
— Steve Howell (@FromSteveHowell) July 26, 2025
"In my entire career, never have I witnessed the level of brutality and use of indiscriminate and unnecessary force against an unarmed, starving, civilian population."
Anthony Aguilar, a retired green beret who worked in Gaza. pic.twitter.com/ClPpzqMqdf
Aguilar fue testigo presencial de varios ataques deliberados contra civiles indefensos: "Vi cómo las fuerzas israelíes disparaban contra la población civil", ha reiterado. En uno de los episodios que relata, un tanque del modelo Merkava habría disparado con su cañón principal contra un coche de civiles que "simplemente se alejaba de la zona", destruyéndolo completamente. "También presencié cómo se disparaban tiros de mortero hacia la multitud para mantenerlos controlados", ha añadido. Aguilar no solo ha acusado a las tropas israelíes, sino que también ha cargado contra la gestión de la misión de la GHF, que ha calificado de "criminal", asegurando que operaba con personal "inexperto, amateur y sin formación". Su relato coincide con una investigación previa del diario israelí Haaretz, en el que varios soldados de las FDI admitían haber recibido órdenes para disparar contra civiles desarmados en los puntos de distribución de ayuda. Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, bajo control de Hamás, centenares de personas habrían muerto en este tipo de incidentes desde el mes de mayo.
Acusaciones "categóricamente falsas"
La respuesta de la GHF no ha tardado en llegar. La fundación, que cuenta con el apoyo de la administración de Donald Trump, ha negado rotundamente las acusaciones de Aguilar, calificándolas de "categóricamente falsas" en un comunicado. La organización ha descrito al oficial retirado como "un subcontratista descontento" que habría sido despedido hace más de un mes por "mala conducta". Según la GHF, el exmilitar habría formulado amenazas y presentado vídeos "engañosos" para alimentar una "narrativa falsa", e incluso lo acusan de haber "probablemente falsificado documentos" para reforzar sus denuncias. Aguilar, sin embargo, rechaza estas acusaciones y mantiene la veracidad de su testimonio.
En otro comunicado publicado en hebreo, la GHF ha afirmado que ha abierto "inmediatamente una investigación" interna a raíz de las acusaciones de Aguilar. Según la organización, el análisis hecho a partir de "referencias cruzadas de marcas de tiempo con imágenes de vídeo y fuentes de campo" concluye que los hechos denunciados "son falsos y no tienen ninguna base en la realidad". En el mismo texto, la organización privada ha recalcado que "la seguridad de los centros de distribución y de los trabajadores de la fundación es una prioridad absoluta", y ha reafirmado su compromiso con la misión de "proporcionar alimentos a los residentes de Gaza de manera segura, directa y sin interrupciones". Aseguran que desde el 27 de mayo han distribuido "más de 92 millones de raciones" entre la población palestina.