Bisan Qwaider, una niña de Gaza, llora desconsolada mientras abraza el zapato de su padre muerto, Shadi. Este fue asesinado por un ataque aéreo israelí cuando intentaba conseguir comida para su familia, incluidos sus diez hijos. Shadi se marchó del campamento familiar a Mawassi hacia Ma'an, una zona peligrosa bajo orden de evacuación y bombardeada, pero lo hizo porque sus hijos pasaban hambre, explica un artículo de la CNN. La situación en Gaza es desesperada. Según un informe apoyado por la ONU a abril, una de cada cinco personas está en riesgo de inanición, y todo el territorio se encuentra en el umbral del hambre generalizada. La situación ha empeorado desde entonces. Centenares de personas han muerto intentando conseguir alimentos, según las autoridades sanitarias de Gaza.

Aunque Israel levantó parcialmente el bloqueo total de Gaza a finales de mayo, la cantidad de ayuda que entra sigue siendo muy inferior a la necesaria. La ONU alerta que sin un acceso inmediato y ampliado a medios básicos de supervivencia, habrá más caos y muertos, recoge la misma cadena norteamericana.

Críticas internacionales hacia Israel

La crisis humanitaria ha provocado indignación internacional. Francia, el Reino Unido y el Canadá criticaron abiertamente Israel y amenazaron con acciones si no mejoraba la situación. El Reino Unido suspendió negociaciones comerciales con Israel y la UE anunció la revisión de un acuerdo clave de cooperación. Sin embargo, la escalada de tensiones entre Israel e Irán ha desviado la atención global del sufrimiento de Gaza.

Habitantes locales como Mohammad y Umm Mustafa denuncian que, con el foco internacional centrado en el conflicto israelí-iraní, la crisis de Gaza está siendo ignorada. Afirman que cada día, personas desesperadas que salen a buscar comida acaban muertas.

Desde el 7 de octubre de 2023, más de 55.300 personas han muerto y más de 128.700 han resultado heridas en Gaza, según datos locales. Eso representa aproximadamente el 2,5% de la población total, es decir, una de cada 40 personas ha muerto. En más, un estudio publicado en The Lancet sugiere que el número real de muertos podría ser mucho más alto, pero no es verificable debido a la restricción de acceso a los periodistas internacionales.

Gaza: situación crítica

El hambre sigue empeorando. El Comité Internacional de la Cruz Roja denuncia que las restricciones israelíes impiden la entrada de productos básicos. Al mismo tiempo, la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), creada con apoyo de los EE.UU. e Israel, ha estado muy criticada por ONG internacionales. Aunque pretende distribuir ayuda, al menos 300 personas han muerto desde que abrió puntos de distribución en zonas de combate activo.

Según la ONU, solo un número reducido de agencias y ONG tienen permiso para entregar ayuda, y esta se limita a pequeñas cantidades de alimentos, suministros nutricionales y artículos de purificación de agua. Otros recursos esenciales, como materiales de refugio y equipos médicos, continúan bloqueados.

Los residentes relatan una situación extrema: la harina es centenares a veces más cara que antes, y no hay ni agua ni comida. Abu Mohammed resume el sentimiento general: "Parece que el mundo nos ha olvidado." Para Bisan, todo lo que le queda de su padre es un zapato. Entre llantos, mira al cielo y exclama: "Que Dios los haga responsables".