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Las medidas de presión han dado resultado. El excanciller socialdemócrata de Alemania Gerhard Schröder romperá finalmente el polémico vínculo con la mayor petrolera de Rusia, Rosneft. Después de casi tres meses de guerra en Ucrania, Schröder había sido muy criticado por los vínculos que mantenía con empresas rusas. Ahora, ha cedido a las presiones tanto de Alemania como de la Unión Europea y abandonará la presidencia del consejo de administración de la compañía. De esta manera, el presidente ruso, Vladímir Putin, se queda un poco más solo.

El excanciller (de 78 años) ha presentado su renuncia junto con el también alemán Matthias Warnig, hasta ahora vicepresidente del consejo de administración de Rosneft y director ejecutivo del gasoducto ruso Nord Stream 2 AGO. De hecho, Schröder también tiene vínculos con esta otra compañía energética rusa. "Rosneft informa de que los señores Gerhard Schröder y Matthias Warnig han indicado que les es imposible extender sus poderes en el consejo de administración de la empresa", ha señalado la compañía. Ambos eran consejeros independientes en la petrolera rusa, dirigida por el oligarca Ígor Sechin. El nombre de este magnate ruso está conectado con Catalunya: más allá de ser muy próximo a Putin, era el propietario del megayate confiscado en Tarragona el pasado marzo.

Schröder, aliado de Putin

El socialdemócrata alemán era miembro y presidente del consejo de administración de Rosneft desde el 2017, pero no tiene acciones en la petrolera. Como mínimo así lo ha comunicado este viernes la compañía, que ha recordado que fue reelegido en el cargo en junio del año pasado. Ahora, rompe finalmente su polémico vínculo con la empresa rusa. Sin embargo, la cosa no acaba aquí: aún quedan las conexiones que pueda mantener con la mencionada empresa Nord Stream AGO, así como el hecho que Schröder fichó en marzo por Gazprom. Cosas como estas lo hacen uno de los principales aliados de Putin en Europa.

Las críticas al excanciller persisten desde el inicio de la guerra en Ucrania, pero se intensificaron a raíz de una entrevista publicada a The New York Times en la cual pedía mantener las relaciones con Rusia. Y es que la relación entre Schröder y Putin fue de la cosa política a la cosa privada: suscribió un acuerdo con el presidente ruso para la construcción de Nord Stream poco antes de abandonar el poder, después de ser derrotado en las elecciones generales del 2005 por la conservadora Angela Merkel. El primer gasoducto entró en funcionamiento en el 2011, cuando se decidió la construcción del Norte Stream 2. Pero la puesta en marcha de este último quedó bloqueada por el actual canciller, el también socialdemócrata Olaf Scholz, como respuesta al reconocimiento ruso de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk el 21 de febrero.

Presiones de Alemania y la UE

El mismo Scholz instó a Schröder a dejar su cargo en el gasoducto y renunciar también a la posición que tiene en Gazprom, para el cual estaba nominado como candidato. Por su parte, Rosneft ha señalado que "la visión estratégica, vasta experiencia práctica y el profundo conocimiento de los problemas del mercado internacional" del excanciller "han contribuido de manera significativa al negocio internacional de la compañía". "Su papel en la implementación de proyectos de infraestructura a gran escala en Rusia y Alemania destinados a aumentar la eficiencia de la economía alemana y su industria, el bienestar de sus ciudadanos es inevaluable", ha remarcado la compañía.

La renuncia de Schröder llega 24 después del frente común de Alemania y la UE contra el socialdemócrata alemán. El Bundestag (cámara baja del Parlamento alemán) decidió el jueves sacar privilegios al excanciller, mientras que la Eurocámara pidió sancionar a los políticos europeos que todavía reciben dinero de Rusia.