La exvicepresidenta del Parlamento Europeo imputada en el caso de corrupción del Qatargate, Eva Kaili, ha quedado en libertad sin brazalete electrónico después de cuatro meses en prisión preventiva y cerca de mes y medio en arresto domiciliario. En un breve comunicado publicado este miércoles, la Fiscalía federal belga ha señalado que el arresto domiciliario "ya no es necesario para la investigación" y que, por lo tanto, "quedará libre bajo control judicial". También ha señalado que la puesta en libertad de la todavía eurodiputada griega está sujeta a las "condiciones habituales" en este tipo de casos, sin precisar si eso implica que necesite autorización del juez para abandonar el país o si está autorizada a tener contacto con otros investigados en la trama de sobornos de Qatar y Marruecos a la Eurocámara.

Kaili, que llevaba en arresto domiciliario desde el 12 de abril pasado, fue detenida en una batida en Bélgica el 9 de diciembre a pesar de tener inmunidad parlamentaria porque las autoridades consideraron que había cometido un delito flagrante. Posteriormente, fue imputada por presuntos delitos de corrupción y blanqueo de capitales. Los investigadores encontraron centenares de miles de euros en metálico entre su casa y una maleta con que el padre intentaba huir de un hotel de la capital belga.

Panzeri continúa en arresto domiciliario

El 9 de mayo también quedaron en libertad sin brazalete electrónico el eurodiputado belga Marc Tarabella y la expareja de Kaili y asistente del exeurodiputado Pier Antonio Panzeri, el italiano Francesco Giorgi. Actualmente, Panzeri, considerado el líder de la trama, es el único que se mantiene en arresto domiciliario. Panzeri, el supuesto "cerebro" del esquema corrupto, acordó colaborar con la Justicia como "arrepentido" para obtener una reducción de la futura condena, a cambio de su confesión y de señalar a otros implicados y explicar el funcionamiento de la trama. En el registro de su domicilio en Bruselas, la policía había encontrado 600.000 euros en metálico en una serie de batidas simultáneas en diciembre, en el que también se registró la sede de la ONG que preside, Fight Impunity.

En aquellas operaciones se decomisaron teléfonos móviles y equipos informáticos y se detuvo también al "lobbista" y entonces secretario general de la ONG No Peace Without Justice, que ha abandonado el cargo por decisión propia, Niccolo Figa-Talamanca. Además, otro eurodiputado italiano a quien también se le retiró la inmunidad parlamentaria para que la justicia lo pudiera investigar, Andrea Cozzolino, se encuentra en arresto domiciliario en Nápoles, en una situación similar a la de la contable de Panzeri, Monica Rossana Bellini.