En los últimos años de procés soberanista los términos 'independencia' y 'República' se han mezclado mucho en Catalunya. De hecho, lo han hecho tanto que los partidos independentistas los han utilizado como sinónimos. Y no es de extrañar ya que siempre -y la misma pregunta del referéndum del 1-O es un buen ejemplo de ello- se ha dado por hecho que el nuevo Estado catalán tendría forma de República.

Que la independencia Catalunya no tenga una (aparente) alternativa a hacerlo a través de una república, en clara contraposición a la monarquía borbónica, no quiere decir que el resto de independencias respecto de países monárquicos sean iguales. Y, curiosamente, un ejemplo de ello es Escocia, país que, a pesar de tener muchos vínculos con el Principado por su proceso de liberación nacional, no comparte el anhelo republicano.

Y es que la mayor parte del movimiento independentista escocés no es republicano, sino monárquico y partidario de mantener a la reina Isabel II como soberana del país. Así lo explica a ElNacional.cat el historiador escocés Murray Pittock, vicedecano de la Universidad de Glasgow, que cuenta que la gran mayoría dentro del SNP (Partido Nacionalista Escocés) opta por mantener la monarquía. Por otra parte, Alba, el nuevo partido creado por el exprimer ministro Alex Salmond, todavía no tiene una política concreta sobre este tema pero "cuando este era primer ministro era muy próximo a la Reina y apoyaba a la Corona".

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La reina Isabel II, en un acto en Escocia en el 2012 / Foto: Europa Press

Así pues, los únicos independentistas escoceses claramente republicanos son los Verdes, que sólo tienen seis diputados de un total de 129 en el Parlamento de Escocia, mientras que el partido de la actual primera ministra, Nicola Sturgeon, tiene 63.

Con respecto al apoyo social a la monarquía en tierras escocesas, Murray asegura que "cada vez es menor, aunque la Reina es todavía muy popular". "Sólo un tercio de los votantes escoceses querrían una República y el resto darían su visto bueno a una monarquía como la holandesa o las escandinavas", afirma.

¿Por qué los escoceses son monárquicos?

¿Pero por qué la mayoría de independentistas escoceses siguen queriendo mantener la monarquía británica? Las razones son diversas y demuestran la gran diferencia que hay con el caso catalán en este aspecto.

Lo desglosa para este diario Francis Ghilès, investigador senior asociado del CIDOB y exasesor de gobiernos como el británico, el francés y el norteamericano. "La familia real inglesa es mucho más inteligente políticamente, eso es lo más importante", aclara sobre las diferencias con la monarquía española, claramente repudiada por una gran mayoría de la sociedad catalana.

"En general, han apoyado a la democracia", defiende, poniendo de ejemplo el caso del del Eduardo VIII, quien fue apartado, según explica, por la proximidad de su mujer (que estaba divorciada) con los nazis. Lo sucedió Jorge VI, el padre de la actual Reina, que "era un demócrata convencido". "Hay una diferencia brutal entre la inteligencia de los reyes y las reinas de una y otra monarquía", apunta.

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Después de haber abdicado, el año 1937 Eduardo y su mujer fueron invitados por Adolf Hitler a su residencia en Obersalzberg (Baviera, Alemania) / Foto: Recogida por la BBC, posiblemente hecha por el Gobierno alemán

Otros factores que explicarían esta popularidad son los vínculos que hay. Uno de los que explica Ghilès es que la madre de Isabel, Isabel Bowes-Lyon, era escocesa, aunque la ubicación exacta de su nacimiento siempre ha sido motivo de controversia. En cualquier caso otros miembros de la familia real sí tienen orígenes escoceses, hecho que ha provocado que "haya tanta cultura escocesa" en el mundo aristócrata británico.

A diferencia de los reyes españoles, que han convertido sus visitas a Catalunya en operaciones clandestinas para evitar las protestas de los independentistas, Ghilès expone que la familia real británica hace unas tres estancias al año en Escocia.

"No es sólo un protocolo, es parte de su alma. Tanto Isabel como el duque de Edimburgo (que ha muerto recientemente) tienen un amor especial hacia Escocia, se trata de un sentimiento muy fuerte y los escoceses lo saben muy bien", argumenta. De hecho, este vínculo ya se remonta a los tiempos de la reina Victoria, que mandó construir el castillo de Balmoral, situado en el condado escocés de Aberdeenshire.

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El príncipe Carlos, hijo de la reina Isabel, vestido con falda escocesa en el castillo de Balmoral. A su derecha su mujer Camila, la duquesa de Cornualles / Foto: Europa Press

¿Qué pasa con la moneda y el Ejército?

Estos son temas que no están tan claros. Seguramente la moneda es una de las debilidades más fuertes del argumentario nacionalista escocés, ya que parece no tener una solución clara. La primera ministra Sturgeon ya ha anunciado que su gobierno optaría por mantener la libra esterlina un mínimo de cinco años y ha rechazado adoptar el euro, moneda que, según recuerda Pittock, sólo sería aceptada por el 13% de los escoceses.

Con respecto al ejército, el SNP contempla la creación de unas fuerzas armadas escocesas "ligeramente mayores que el ejército irlandés, pero sin que aloje armas nucleares mientras sea miembro no nuclear de la OTAN", subraya Pittock. "Los soldados escoceses que actualmente sirven en las fuerzas británicas tendrían la oportunidad de unirse o quedarse al Ejército británico", añade.

Sobre este aspecto, Ghilès también lo sitúa como una gran diferencia respecto del conflicto entre Catalunya y España, ya que recuerda que los escoceses tienen una importante presencia tanto en el ejército como en el cuerpo diplomático británico, también en las cúpulas de estos ámbitos.