Georgia se ha convertido en el último campo de batalla electoral de las legislativas de los Estados Unidos. El estado del sur del país vota este martes en la segunda vuelta, después de que ningún candidato consiguiera la mayoría necesaria la primera vez. Aunque se espera un resultado muy ajustado, las encuestas favorecen al demócrata Raphael Warnock, lo que les otorgaría un escaño más en el Senado. De hecho, el resultado dictará si el Partido Demócrata gobernará con una mayoría un poco más cómoda que hasta ahora. Y es que, hoy por hoy, cuentan con 50 de los 100 asientos en la cámara, si se tiene en cuenta el voto de desempate de la vicepresidenta, Kamala Harris. Así, si Warnock encabeza el número de votos, los demócratas dispondrán de 50+1 votos.

Georgia se juega el escaño decisivo

Las legislativas de este año han sido ajustadas. Los demócratas han conseguido frenar la oleada republicana que preveían las encuestas, hasta el punto que varios candidatos extremistas bendecidos por Trump han sufrido una gran derrota. Eso último no ha estado así en Georgia: el gobernador republicano Brian Kemp ha alcanzado la reelección con comodidad ante la demócrata Stacey Abrams. Kemp es conocido por haberse distanciado de Trump, después de haber rechazado las acusaciones de fraude electoral en el estado. Por su parte, Abrams es uno reconocido activista por los derechos de los afroamericanos. No es la primera vez que Georgia deja en suspense a los Estados Unidos. Hace dos años, Biden ganó por la mínima a Donald Trump en este estado del sur. De hecho, esta derrota fue uno de los argumentos que el expresidente republicano utilizó para denunciar un supuesto fraude electoral y forzar un recuento. Además, el escaño del Senado también se tuvo que definir en una segunda vuelta aquel año. Finalmente, se lo quedaron los demócratas. 

Los candidatos para Georgia al Senado

El aspirante demócrata, Raphael Warnock, y el republicano, Herschel Walker, quedaron prácticamente empatados a la primera vuelta de las legislativas con cerca del 49% de los votos. Warnock aspira a la reelección y ha dicho a sus seguidores que tiene "buenas sensaciones", a la vez que ha aprovechado su condición de reverendo bautista para pedir "mantener la fe". En cambio, Walker es discípulo de Trump y antigua estrella de fútbol americano que ha hecho campaña contra el aborto — aunque sus dos mujeres lo acusan de haber financiado su interrupción del embarazo. "No he venido aquí a perder", ha prometido a sus fieles.