El secretario de Estado se dedicó este miércoles a moderar el discurso oficial de la Casa Blanca, al asegurar que "los estadounidenses pueden dormir tranquilos", ya que nada de lo que ha pasado en las últimas 24 horas indica un "cambio dramático" en la postura militar norcoreana.

Tillerson habló de camino a una parada no prevista en Guam, adonde se dirigió después de una visita de trabajo a Tailandia y Filipinas, en la que urgió a los socios de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) a un compromiso para presionar a Corea del Norte.

Según el secretario de Estado, Trump estaba intentando enviar un "fuerte mensaje" a Kim Jong-un con sus declaraciones de ayer desde su retiro vacacional en su club de golf de Bedminster (Nueva Jersey).

"Lo que el presidente está haciendo es enviar un fuerte mensaje a Corea del Norte en un lenguaje que Kim Jong-un pueda entender, porque no parece entender el lenguaje diplomático", explicó el jefe de la diplomacia estadounidense. Tillerson afirmó que la única salida para Corea del Norte es un "diálogo con las expectativas adecuadas".

Estas declaraciones llegan después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, advirtiera al régimen de Kim Jong-un de que "se encontrará con una furia y un fuego jamás vistos en el mundo" si no deja de amenazar a Estados Unidos. A lo que Corea respondió amenazando con atacar las bases militares de Estados Unidos en la isla de Guam.