Hecho histórico este fin de semana. Irán llevaba semanas avisando de que respondería al ataque de Israel a la embajada del país en Damasco, aunque Israel no ha acabado de confirmar su autoría, según el portavoz del ejército, Roni Kaplan, en una entrevista en ElNacional.cat. Sea como fuere, Irán se ha convertido este fin de semana en el primer estado soberano en atacar a Israel en 33 años, lanzando misiles y drones durante la noche. En este sentido, todas las miradas están puestas sobre la respuesta de Israel. Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, ya había advertido de que el ataque tendría respuesta. De hecho, el ejército ya tenía preparada esta respuesta desde hacía tiempo. "Nosotros ahora estamos absolutamente preparados tanto desde el punto de vista defensivo como desde el punto de vista ofensivo, ya hace muchos años, por lo que Irán pueda llegar a hacer", decía el propio Kaplan, en una conversación publicada este sábado. "No fallaremos como sí fallamos el día 7 de octubre, lamentablemente", insistía.

Casi todos los drones que enviaron los iraníes fueron interceptados por la fuerza aérea y el sistema de defensa aérea de múltiples capas de Israel, aunque con la ayuda bien coordinada de varios aliados. La pregunta es ahora cómo responderá Netanyahu. Los funcionarios han prometido una "respuesta significativa y poderosa" al ataque. Según Teherán, el bombardeo ha sido la respuesta al ataque a la embajada de Damasco del pasado 1 de abril, que mató a comandantes de la Guardia Revolucionaria y a otros siete oficiales. Irán ha atribuido el ataque a Israel.

La presión de EE.UU.

Este domingo por la tarde, se ha sabido que EE.UU. ha estado presionando a Israel para que no arrastrara al mundo a un conflicto regional y no devolviera el ataque. Benny Gantz, miembro del gobierno de unidad de Israel en tiempo de guerra, ha destacado que "construiremos una coalición regional y exigiremos el precio a Irán en la forma y el momento adecuados para nosotros".

Pero mientras la guerra en Gaza continúe, la posibilidad de una conflagración está lejos de acabar. Los socios de coalición de extrema derecha de Netanyahu piden una respuesta "devastadora" al ataque de la República Islámica, y el diario israelí Yedioth Ahronoth informó el domingo de que "suenan tambores de guerra en la sala de reuniones del gabinete de guerra", tal como destaca The Guardian.

Israel agacha la cabeza (de momento)

En este contexto, y a pesar de tener respuestas preparadas para un ataque inminente. Israel ha enfriado la posibilidad de una represalia inminente contra Irán. Parece que Israel habría cedido a las presiones de Estados Unidos, que exigían contención. Miembros ultraderechistas del gobierno de coalición han pedido una respuesta contundente del estado hebreo. Sin embargo, por ahora, EE.UU. ha dejado claro que no apoyará una escalada del conflicto.

Sin embargo, el embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, ha destacado este mismo domingo que su país se reserva el derecho a las represalias, a pesar de los llamamientos del secretario general y de todos los países a una desescalada. "Este ataque ha traspasado todas las líneas rojas e Israel se reserva el derecho legal a responder. No somos la rana en el agua hirviendo: somos una nación de leones", ha querido dejar claro Erdan en su discurso ante el Consejo de Seguridad.