La pandemia del coronavirus ha dejado la economía tocada. Muchas empresas y comercios han tenido que cerrar y ahora el trabajo radica en encontrar la manera de impulsar la economía a medida que los países vayan reabriendo las fronteras. Algunos países han decidido que la mejor manera para hacerlo es la de dar un día de fiesta para aumentar el gasto de los consumidores y apoyar los sectores en crisis.

Según detalla el portal Worklife de la BBC, los días festivos permiten a los ciudadanos dedicarse a actividades lúdicas, hacer viajes, reunirse con amigos y familiares o ir de compras. Todo actividades que implican gastar en comercios o locales de ocio, especialmente en el sector turístico.

De hecho, un estudio del 2018 hecho en el Reino Unido demostraba que un solo día festivo había impulsado la economía y representado por término medio para el comercio local 277 euros.

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Una chica escoge vestidos en una tienda / Unsplash

De esta manera, las agencias de turismo del Reino Unido y también a Nueva Zelanda han planteado la idea de añadir un festivo para impulsar la recuperación después de la crisis del coronavirus. Sin embargo, hay debate: las empresas abiertas se verán beneficiadas pero las que cierran perderían un día completo de productividad y tienen que pagar también a su personal.

La medida está, de momento, estancada en ambos países porque no está claro del todo si el gasto superaría los beneficios.

Gasto vs. beneficio

La cadena británica expone que Reino Unido perdió dos días festivos el mes de mayo, los dos críticos para el gasto del consumidor. El año pasado, estos dos días dieron un impulso de 129 millones a las pequeñas y medianas empresas británicas, según el servicio que rastrea los pagos con tarjeta. Sin los dos días festivos, el gasto cayó el mes de mayo un 26,7% debido a que el confinamiento mantuvo a los compradores y viajeros en casa.

Los investigadores del Centro de Investigación Económica y Empresarial (CEBR) dicen que un día festivo adicional el mes de octubre podría añadir 548 millones de euros a la economía británica en gasto adicional. Esta idea contrasta con la posición del mismo grupo de expertos el año 2012, que exponía que cada día festivo costaba 2,5 mil millones de euros, detalla el artículo.

Este cambio de opinión radica en el hecho de que después de un periodo donde no se ha podido consumir de ninguna manera, las ganancias y las ventas podrían suponer un impulso doble y aseguran también que la pérdida de actividad puede compensarse en otros sitios.