La tripulación de la Global Sumud Flotilla ha denunciado este sábado haber sufrido torturas, maltratos y vejaciones durante su detención en Israel. Según han explicado a medios locales, a los activistas se les ha privado de comida y agua durante casi dos días y han sido sometidos a episodios de violencia, como el que habría sufrido la activista Greta Thunberg, a quien habrían “forzado a besar la bandera de Israel”. Los denunciantes formaban parte de la misión humanitaria interceptada por el ejército israelí cuando se dirigía hacia Gaza con ayuda para la población civil. El Ministerio de Exteriores israelí ha confirmado la deportación de 137 personas, procedentes de 14 países, que han sido trasladadas este sábado a Turquía a bordo de un vuelo de Turkish Airlines. Al llegar a Estambul, se han quitado el uniforme que, según han señalado, les han obligado a llevar mientras estaban retenidos, con las manos atadas a la espalda y llegando al punto de intentar beber agua del váter ante la falta de líquidos.
La activista turca Aycin Kantoglu ha relatado que las humillaciones han sido constantes desde el primer momento, especialmente para las mujeres. Según ha explicado al canal NTV, varias de ellas fueron obligadas a quitarse el hiyab —velo musulmán—, hecho que provocó que otras compañeras se quitaran las camisetas para poder ayudarles a cubrirse la cabeza. Kantoglu también ha denunciado que Thunberg fue esposada, golpeada y forzada a sostener una bandera de Israel contra su voluntad. “Nos hicieron registros corporales una y otra vez, incluso nos revisaron los dientes. Pero no consiguieron intimidarnos”, ha dicho la activista. En la cárcel, ha añadido, pudo ver inscripciones como “Palestina libre” escritas en las paredes, lo que interpretó como una muestra de resistencia de activistas encarcelados antes que ellos. “Seguíamos gritando consignas mientras nos maltrataban”, ha asegurado.
Aycin Kantoglu, activista de la Flotilla Sumud turca:
— Global Sumud Flotilla (@GlobalSumud) October 4, 2025
En el puerto, nos recibió alguien que hablaba bien turco. Después de preguntar de dónde veníamos, preguntaron dónde estábamos. Cuando pregunté: "¿Dónde estamos?", dijeron: "Estás en Israel, ya no hay Gaza".
Por la noche,… pic.twitter.com/TWAhXqfnex
Otro de los activistas deportados, Ersin Celik, ha asegurado a CNNTürk que “Greta fue torturada de forma grave, la arrastraron por el suelo e intentaron forzarla a besar la bandera israelí”. Según Celik, “solo es una niña, pero la atacaron deliberadamente”, y ha añadido que las autoridades israelíes habrían intentado “criminalizar a toda la flotilla a través de ella”. También Bekir Develi, activista turco, ha denunciado que los esposaron con las manos en la espalda y los dejaron expuestos al sol durante más de cuatro horas. “Estuvimos en la cárcel sin agua ni comida. Nos trataron con brutalidad”, ha afirmado.
Dormir: misión imposible
Otro testigo ha explicado que, durante la madrugada, guardias armados y perros irrumpían en sus celdas para impedirles dormir, provocando constantes interrupciones y una situación de angustia generalizada. En el recibimiento en el aeropuerto de Estambul, los activistas han leído en voz alta los nombres de los ciudadanos turcos que aún permanecen detenidos en Israel y han exigido su repatriación inmediata. Según las autoridades turcas, 14 de ellos continúan en territorio israelí y serán devueltos tan pronto como concluyan los trámites. Los aproximadamente 450 activistas arrestados fueron trasladados a la prisión de Saharonim, en el desierto del Néguev.