Hasta hace pocas horas, Corea del Norte era el último reducto del planeta donde la covid no había provocado estragos, al menos oficialmente. La situación ha cambiado radicalmente de un momento a otro y después de reconocer ayer el primer caso de la enfermedad después de dos años de pandemia (en Catalunya, para hacernos una idea, el acumulado desde marzo del 2020 es de 2.575.431 positivos), el gobierno del país ha reconocido que ya se han muerto 6 personas por  la enfermedad y que miles estarían infectadas. Concretamente, la agencia KCNA concretaba que Kim Jong-un ha visitado el centro de emergencia epidémica nacional ayer jueves, donde informó que "desde finales de abril, una fiebre de origen desconocido se ha propagado de manera explosiva por todo el país, con unos 350.000 casos de fiebre en poco tiempo. De estos, unos 162.200 han sido tratados con éxito". En este sentido, Jong-un apuntaba que solo durante el miércoles se habían detectado 18.000 casos de estas "fiebres", en referencia a la covid, y que "hoy por hoy unas 187.000 personas han sido puestas en cuarentena mientras son tratadas".

Hasta ayer jueves, la covid no existía en Corea del Norte. Pero después de hacer test a un grupo de ciudadanos de Pyongyang reconocieron que se habían detectado los primeros casos de coronavirus. Estos son de la variante ómicron BA.2 y ante la nueva situación las autoridades han decidido declarar el estado de "emergencia máxima" sanitaria. El mismo Kim pidió en una reunión con sus colaboradores más próximos que "todas las ciudades y zonas del país confinen sus áreas completamente". Esta situación recuerda a la que tuvo lugar en buena parte del mundo a mediados de marzo del 2020, cuando se declaró a España, por ejemplo, el estado de alarma y la población se tuvo que confinar durante dos meses. Hace falta tener en cuenta que la situación es especialmente preocupante, no solo por la variante ómicron (que es más contagiosa pero menos grave en personas vacunadas), pero  también por una inexistente tasa de vacunación en el país: ni un solo norcoreano se ha vacunado contra el coronavirus y, además, no existe ningún plan de inoculación. Por si eso no fuera poco, también hay una importante falta de recursos médicos y una capacidad de hacer pruebas muy reducida: hasta el mes de marzo (dos años después del estallido de la pandemia), solo se habían hecho test a un 0,5% de la población, 64.207 personas.

Los Estados Unidos ya no ofrecen vacunas

Estas informaciones, que apuntan hacia un futuro muy complicado por Corea del Norte en tanto que nuevos contagios y muertes por coronavirus llegan pocas horas después de que el portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijera en rueda de prensa que entregar vacunas en Corea del Norte no entra en sus planes actuales. En este sentido, también insistió que Pyongyang, que después de anunciar sus primeros casos del virus tiró tres misiles hacia el mar de Japón, parece estar preparándose para llevar a cabo un test nuclear. Según prevé el portavoz, este, que sería el primero desde el 2017, tendría lugar durante el mes de mayo, coincidiendo con la visita del presidente Joe Biden en Seúl el próximo viernes 20.

Aunque Corea no había detectado ni un solo caso de covid hasta ahora, mantenía desde el 2020 un sistema muy estricto para controlar las entradas en el país, reforzando las vallas fronteras, disparar contra todo el mundo que todo el mundo que se acerque a la línea divisoria y desinfectar las importaciones que obtiene de China. Por ejemplo, los trenes de mercancías que circulan entre China y Corea del Norte no funcionaron durante buena parte del 2020 y del 2021 por orden de la capital, y ahora han vuelto a quedar suspendidos ante el incremento de casos en el gigante asiático.