La exministra de Interior de Japón, Sanae Takaichi, se ha convertido este sábado en la líder del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD), el principal partido del país y que ha gobernado de forma prácticamente ininterrumpida desde su fundación en 1955, lo cual abre la puerta a que se convierta en la primera mujer a ocupar el cargo de primera ministra de Japón. La nacionalista Sanae Takaichi, de 64 años, reemplaza a el primer ministro saliente, Shigeru Ishiba, al frente del PLD, de la cual es también la primera mujer presidenta. Única mujer entre los cinco candidatos que concurrían a estas primarias del PLD, Takaichi, que representa el ala dura del partido, ha obtenido 185 de los 342 votos en juego en la segunda vuelta frente a los 156 de su rival, el ministro de Agricultura, Shinjiro Koizumi, que a sus 44 años también buscaba hacer historia como el líder más joven de Japón de posguerra. Ya en la primera vuelta, ambos legisladores, los favoritos, y el portavoz gubernamental, Yoshimasa Hayashi (64), que ha quedado en tercer lugar, eran considerados los principales contendientes. Takaichi ha sido en ambas vueltas la preferida por las bases y afiliados del partido, mientras que Koizumi ha recogido el apoyo más grande entre sus colegas legisladores.

Considerada heredera espiritual del asesinato del ex primer ministro Shinzo Abe, algunos analistas consideran que las opiniones revisionistas de Takaichi en torno al pasado belicista de Japón podrían revertir años de progreso en la cooperación con Corea del Sur y la distensión con China. Sus visitas periódicas al controvertido santuario Yasukuni de Tokio, vinculado al militarismo y la época colonial nipona, han suscitado con frecuencia fuertes críticas de Pekín y Seúl. El mandato de Takaichi al frente del PLD durará hasta el mes de septiembre de 2027, cuando acaba el mandato original de tres años de Ishiba. Para ser confirmada como primera ministra del país nipón, Takaichi tendrá que asegurarse la colaboración de la oposición en una votación que se prevé que se celebre en una sesión extraordinaria a mediados de este mes de octubre. Hoy por hoy, sin embargo, no se prevé que haya ningún obstáculo para su elección en el parlamento, porque no hay un consenso entre las fuerzas de la oposición para presentar un nombre alternativo. Las primarias del partido gobernante han sido adelantadas después de la renuncia el mes pasado de Ishiba por los malos resultados electorales de su partido en su poco más de un año de gobierno, en el cual la coalición gobernante ha perdido su mayoría parlamentaria.

Una nueva era para Japón

"Se abre una nueva era para el PLD y para Japón", ha dicho Takaichi, que es la cara más visible del ala dura del partido, en sus primeras declaraciones minutos después de confirmarse su victoria. En una rueda de prensa celebrada horas después, la política ha confirmado que la coalición con su socio, el partido Komeito, seguirá siendo la base del nuevo ejecutivo, y que la futura relación con otros partidos "también depende de sus planes o intenciones", sin entrar a comentar posibles alianzas para sacar adelante su nuevo gobierno. La nueva líder del PLD, sin embargo, ha señalado que su deseo es "conversar con las fuerzas opositoras en asuntos importantes". "Haremos lo posible para cumplir con las expectativas del público", ha declarado y ha aprovechado para esbozar las líneas de su política de cara a una eventual confirmación como primera ministra, entre las que ha destacado afrontar la inflación y el estancamiento salarial, reforzar la alianza de seguridad con Estados Unidos, y la colaboración trilateral con Corea del Sur, además de potenciales vínculos con Australia o Filipinas. En caso de ser confirmada como primera ministra, Takaichi deberá hacer frente a un complejo panorama interno, donde deberá buscar apoyo de la oposición para sacar adelante presupuestos y leyes en su gobierno en minoría heredado de su predecesor, mientras trata de incrementar el perfil internacional del país asiático.