Decisión trascendental en Japón. El primer ministro Shigeru Ishiba ha decidido dimitir para preservar la cohesión del Partido Liberal Democrático (PLD), según ha informado la emisora pública NHK. La decisión, que según la misma fuente la hará pública este mismo domingo, se interpreta como un intento de frenar el colapso político después de una pérdida significativa de apoyo electoral. Ishiba está al frente de la coalición liderada por el PLD, que ha perdido a las elecciones la mayoría para las dos cámaras del parlamento y lo ha hecho perder el control. Todo eso, en un contexto marcado por el descontento ciudadano, por el aumento del coste de vida en el país y una erosión progresiva del apoyo parlamentario.
La pérdida de la mayoría parlamentaria en las elecciones parciales en la cámara alta de la Dieta (Parlamento nacional) el mes de julio provocó fuertes críticas internas que instaban en Ishiba a dar un paso al lado. Finalmente, el hasta ahora primer ministro del país nipón, ha decidido dimitir, antes de que la crisis interna del partido sea irreversible.
Enfrentamientos internos
Los legisladores del PLD tienen previsto votar este lunes si celebran elecciones extraordinarias para renovar el liderazgo del partido. El partido se enfrenta al gran reto de renovar su dirección sin perder la dirección. En Japón, el cargo de primer ministro lo ocupa el líder del partido más votado en unas elecciones generales, y un cambio de presidente en la formación ocurre con si un cambio en la dirección de gobierno.
El primer ministro Ishiba era objeto de críticas internamente después de las elecciones parciales del pasado 20 de julio en la cámara alta de la Dieta, en los que la coalición gobernante perdió la mayoría, con unos resultados especialmente decepcionantes para el PLD. Ishiba llegó al gobierno japonés el pasado octubre con la promesa de combatir el impacto de la inflación y reformar su partido, el apoyo del cual ha decaído después de que importantes miembros de lo mismo se vieran involucrados en un escándalo de irregularidades en la recaudación de fondos políticos. Consciente del desgaste político, ha optado por dar paso al lado. La semana pasada, el gobierno de Ishiba ultimó los detalles de un acuerdo comercial con Estados Unidos, lo cual añade dramatismo a su salida y pone en evidencia la fragilidad del momento político.
Después de la salida de Ishiba, los órganos internos del PLD tendrán que gestionar la transición con rapidez y cautela. La posibilidad de convocar elecciones extraordinarias está sobre la mesa, y tanto la militancia como la opinión pública siguen de cerca cada paso del proceso. Desde el partido señalan que el objetivo es mantener la estabilidad institucional, por eso se entiende como un sacrificio personal a favor del colectivo.