Unas 170.000 personas asistieron el domingo al concierto  "Estamos Unidos México", un acto benéfico y gratuito organizado en Ciudad de México, donde artistas nacionales e internacionales animaron a seguir ayudando a las víctimas de los seísmos producidos en el país el mes pasado.

En uno de los dos escenarios montados en la Plaza de la Constitución, y con la Catedral Metropolitana como telón de fondo, el grupo mexicano Bronco fue el encargado de inaugurar el concierto a las 17 horas, con la canción Que Quede Huella. El vocalista, José Guadalupe Esparza, dijo al público asistente: "es tiempo de abrazarnos, de amarnos, es tiempo de gritar en el mundo que los mexicanos somos más grandes y más fuertes que un terremoto. Así que invitamos a todo el mundo a que este entusiasmo no decaiga, a seguir dando apoyo".

A continuación, la banda Camila subió al escenario para pedir al público que hiciera "un ejercicio de compasión" y que cogiera la mano de quien tenían al lado para moverla durante la siguiente canción. Por su parte, la cantante Julieta Venegas, también mexicana, pronunció el discurso más político de la velada: "nos tenemos que fijar en los gobernantes que tenemos, en cómo desaparecen en los momentos de crisis".

El concierto siguió con las actuaciones de otros artistas nacionales, entre ellos el compositor Pepe Aguilar, quien, después del minuto de silencio que se hizo a las 19 horas, interpretó "El Rey" acompañado de mariachis.

 

Artistas internacionales también se quisieron sumar

Cantantes internacionales como Juanes, Chayanne, Enrique Bunbury y Miguel Bosé (en la foto) tampoco se quisieron perder esta cita solidaria. Todos transmitieron el afecto que le tienen a México, y destacaron la solidaridad de la sociedad mexicana a la hora de ayudar a las víctimas del seísmo. "México y todos nosotros somos unos guerreros, que nos levantamos cada vez que nos caemos", declaró el colombiano Juanes.

Los españoles Enrique Bunbury y Miguel Bosé, tal como lo hicieron los otros artistas invitados, quisieron animar al pueblo mexicano apelando a su fortaleza ante las dificultades. Bosé también transmitió la necesidad de seguir haciendo donaciones y ayudando, "porque necesitaremos mucho todavía".

Éxito de convocatoria

Fue tanta la gente que asistió al acto que, a las tres horas de empezar, los organizadores valoraron cerrar los accesos a la Plaza de la Constitución para garantizar la seguridad de los asistentes. En total, 170.000 personas se entregaron cantando y bailando al ritmo de intérpretes nacionales e internacionales durante más de seis horas, todo por una causa solidaria.