La crisis política que vive Francia tras la dimisión del primer ministro Sébastien Lecornu este lunes ha disparado especulaciones sobre la convocatoria de elecciones legislativas en el país, que podrían tener lugar el 16 de noviembre (la primera vuelta) y el 23 (la segunda). El medio Le Canard Enchaîné ha informado, citando fuentes internas del gobierno francés, que los prefectos (representantes del ejecutivo en las regiones) ya habrían recibido la consigna para prepararse ante una posible disolución de la Asamblea Nacional.

Este escenario apunta hacia unas elecciones legislativas anticipadas, que serían en las fechas señaladas, respetando el plazo constitucional de 20 a 40 días después de la disolución. Esta convocatoria, sin embargo, se mantiene en el terreno de la especulación porque el palacio del Elíseo no ha confirmado la información, aunque varios medios franceses la han recogido. A pesar de todo, esta opción gana fuerza ante la imposibilidad de que Lecornu pueda continuar, aunque Macron le haya dado de margen hasta el miércoles para poder pactar.

Presión sobre Macron

Para que las elecciones se pudieran celebrar en las fechas citadas de noviembre sería necesario que el anuncio se hiciera esta misma semana. Diversos medios analizan escenarios después de la dimisión de Lecornu y también hablan del 9 y 16 de noviembre como fechas posibles. La prensa también menciona las presiones que está recibiendo Macron para que dimita. El medio inglés The Guardian habla incluso de aliados del presidente francés, como el exprimer ministro de Macron Édouard Philipe (2017-2020), pidiendo incluso elecciones presidenciales anticipadas una vez se apruebe el presupuesto de 2026.

Desde las elecciones legislativas anticipadas de 2024, los primeros ministros que ha designado Macron no han conseguido suficiente fuerza para reunir una mayoría parlamentaria para aprobar el presupuesto. Esto ha acabado generando un escenario de inestabilidad política en el país que no se resuelve y amenaza con enquistarse. Lecornu es el último protagonista de esta crisis, presentando la dimisión menos de un mes después de ser nombrado y convirtiéndose, de paso, en el primer ministro de menor duración de la historia moderna de Francia.

Macron está recibiendo críticas de otros aliados, como es el caso de Gabriel Attal, que también fue primer ministro nombrado por él. Attal ha asegurado que no entiende las decisiones de Macron y que es “hora de intentar algo diferente” cinco primeros ministros después en menos de dos años. Francia está pendiente de ver si Lecornu consigue “definir una plataforma de acción y estabilidad” antes de la noche del miércoles, que es el plazo que le ha marcado Macron para ver si se resuelve la crisis. Esta operación, sin embargo, parece que tiene pocas posibilidades de éxito. El partido de extrema derecha Reagrupamiento Nacional se ha negado a participar en las negociaciones alegando que solo buscan proteger los intereses del presidente, quien, en repetidas ocasiones, ha dicho que no quiere dimitir y que continuará hasta 2027.