Mientras la sociedad internacional espera inquieta la respuesta del Irán a los bombardeos de los Estados Unidos a sus instalaciones nucleares, actores como China ya miran con recelo los posibles escenarios futuros. Ante el potencial cierre del estrecho de Ormuz por parte del régimen iraní como respuesta a los ataques de ayer, el gobierno chino ha instado a "intensificar esfuerzos por evitar un impacto en el desarrollo económico mundial". Por Ormuz transita cerca del 20% del suministro mundial de petróleo, hecho que convierte el estrecho en un enclave de gran importancia geoestratégica para la economía global. Su cierre desencadenaría un aumento de los precios del petróleo en todo el mundo, perjudicando en especial Pekín, que depende en un 90% de las exportaciones iraníes.

El portavoz de la cancillería china, Guo Jiakun, ha recordado este lunes que "mantener la seguridad y estabilidad en la región representa un interés común para la comunidad internacional", asegurando que "el Golfo Pérsico y sus aguas circundantes son importantes canales de comercio internacional de bienes y energía". A continuación, el funcionario ha hecho un llamamiento a la cooperación internacional para promover la distensión del conflicto, especialmente después de los ataques de Washington contra las instalaciones nucleares del país persa. "La operación exacerba las tensiones en el Oriente Medio", ha dicho al representante del gigante asiático, después de anunciar una propuesta conjunta con Rusia y el Pakistán ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para pedir un “alto el fuego inmediato e incondicional” entre Irán y los Estados Unidos.

Los EE.UU. instan en China a intervenir para evitar el cierre

Hacer efectivo el cierre del estrecho es una medida que requiere la aprobación del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán. De momento, el Parlamento ya ha hecho la solicitud, y ahora la decisión queda en manos de los principales líderes iraníes. Delante de eso, el secretario de estado de los EE.UU., Marco Rubio, ha pedido en la China que intervenga para evitar el cierre, aseverando que “es un suicidio económico para ellos si no lo hacen”. Jiakun ha evitado hacer referencia a las palabras del norteamericano y, en su lugar, se ha mostrado crítico con la decisión de la Casa Blanca de intervenir en el conflicto. “Atacar instalaciones nucleares protegidas por el Organismo Internacional de la energía Atómica viola gravemente los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional", ha lanzado el portavoz chino.

En medio de la incertidumbre, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, ya ha asegurado que los EE.UU. han cometido un "grave error", y ha prometido duras represalias. Resta para ver, pues, si finalmente se cumplen sus amenazas y se acaba materializando el bloqueo de uno de los pasos marítimos más importantes para el comercio global.