China ha detenido recientemente a un presunto espía al servicio de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense, según ha informado este jueves al Ministerio de Seguridad del Estado. Según el gobierno chino, el sospechoso, identificado solo por su apellido Zeng, era chino y entró en contacto con un agente de la CIA durante una estancia laboral en Italia, durante la cual se adhirió a los postulados occidentales y se alejó del oficialismo chino, y firmó un acuerdo de espionaje con los EE.UU. a cambio de dinero.

El presunto espía Zeng, nacido en 1971, fue enviado por su empresa a Italia para cursar estudios superiores, donde entabló contacto con un funcionario de la embajada de los Estados Unidos. El estadounidense se ganó la confianza de Zeng, nacido en 1971, mediante invitaciones a cenas, viajes y óperas, y le inculcó los valores occidentales", asevera un comunicado del Ministerio publicado en su cuenta oficial de la red social Wechat, que agregó que, a consecuencia de los halagos, Zeng "empezó a dudar de su posición política".

Según el comunicado emitido por el gobierno de China, el funcionario del país norteamericano reveló a Zeng su identidad como agente de la CIA en Roma y le ofreció una gran suma de dinero y la posibilidad de trasladarse en los EE.UU. con su familia si le entregaba "información militar relevante". Zeng aceptó, "firmó un acuerdo de espionaje con los EE.UU." y "recibió formación antes de volver en China", asevera el Ministerio de Seguridad del gigante asiático. Una vez en su país, Zeng mantuvo varios contactos secretos con la CIA, a quien "suministró numerosa información, cobrando por eso."

Ofensiva contra el espionaje

En un contexto de crecientes tensiones geopolíticas entre China y los Estados Unidos durante los últimos años, el gobierno de Xi Jinping ha intensificado su lucha contra el espionaje en los últimos meses y ha promulgado una ley antiespionaje que prohíbe la transferencia de cualquier información relacionada con la seguridad nacional y sus intereses, sin definirlos específicamente. Asimismo, el Ministerio de Seguridad del Estado ha pedido al principio de este agosto la movilización de "toda la sociedad" para "prevenir y combatir el espionaje", y anunció una serie de medidas para "reforzar la defensa nacional" contra "las actividades de inteligencia extranjeras". Las investigaciones iniciadas en los últimos meses a consultoras extranjeras en China han sembrado la inquietud en el sector y en potenciales inversores foráneos.

Tensiones crecientes

La detención del presunto espía puede ser una pasada más en las crecientes tensiones entre los Estados Unidos y China, que hace años que pugnan en una guerra comercial y geopolítica por ser la primera potencia mundial. A finales de este julio, China acusó los Estados Unidos y a la OTAN de ser "la fuente mayor de riesgo e inestabilidad" para "la paz y la seguridad internacionales". Justo este miércoles, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, firmó el miércoles una orden ejecutiva que prohibirá a las compañías estadounidenses de capital de riesgo invertir en tres sectores clave de la economía china: semiconductores, computación cuántica e inteligencia artificial. Este jueves, el gigante asiático ha condenado "enérgicamente" las últimas medidas tomadas por los Estados Unidos para limitar las inversiones estadounidenses en unas ciertas empresas tecnológicas chinas, y ha advertido en Washington que "Pekín protegerá firmemente sus derechos e intereses". El Ministerio de Exteriores chino calificó las restricciones estadounidenses como "ejemplos de coerción económica y de acoso tecnológico" e instó en Washington a que las retire "inmediatamente". También ha habido cruce dialéctico, amenazas cruzadas y muestras de bastante militar por Taiwán, territorio que China reivindica como sede, pero que mantiene su independencia y tiene el apoyo de los Estados Unidos.