El cementerio musulmán de Viena se ha negado a acoger los restos mortales del terrorista yihadista que el pasado día 2 mató a cuatro personas e hirió a otras 22 antes de ser abatido por la Policía. "Alá ajustará cuentas con él. Pero nosotros sentíamos que teníamos que hacer algo", ha declarado Ali Ibrahim, el administrador del camposanto.

La dirección del cementerio, que en 2008 comenzó a funcionar como el primero en Austria para fieles musulmanes, ha decidido negar el permiso para que el atacante, un austríaco de 20 años de padres macedonios, sea enterrado allí. "Es un asesino que ha matado a inocentes y dañado así a todos los musulmanes" señala Ibrahim. Según el responsable del cementerio, otros fieles habrían mostrado seguro reparos a ser enterrados al lado de un "asesino".

De momento, no hay información sobre donde será enterrado el terrorista. Una posibilidad sería el cementerio islámico de Altach, a unos 580 kilómetros al oeste de Viena. O el cementerio central de Viena, donde hay una zona para musulmanes, o en Macedonia del Norte, país de donde son los padres del terrorista. 

Terremoto después del atentado

Hoy, nueve días después del atentado yihadista que dejó cuatro víctimas mortales en Viena, todavía se están produciendo consecuencias políticas. Después de que el canciller del país reconociera que había habido una "cadena de errores" durante el atentado, el jefe contra la lucha antiterrorista de Viena, Erich Zwettler, fue destituido. Además, los ministros de Cultura Susanne Raab, y de Interior, Karl Nehammer, anunciaron la decisión del cierre de dos mezquitas consideradas radicales, aunque el autor del atentado no iba a ninguna de ellas. 

De los 16 detenidos en relación con el atentado, seis han sido liberados, según la portavoz del Ministerio Público, Nina Bussek. Se ha solicitado prisión preventiva para las ocho restantes. El Gobierno austríaco propone que los terroristas reincidentes sean encerrados de por vida y prohibir el "islam político", según una propuesta de medidas presentada. "Si a los delincuentes con problemas mentales se les puede encerrar de por vida si representan un peligro, también se puede encerrar de por vida a un terrorista", ha defendido el canciller austríaco, el conservador Sebastian Kurz, tras una reunión del Gobierno en el que se discutió esa posibilidad.

Nuevas leyes para luchar contra el terrorismo

Estas propuestas forman parte de un paquete de medidas que el Gobierno quiere plantear como propuesta de ley en diciembre, y que incluye otras como quitar la nacionalidad a los terroristas, vigilar a los excarcelados y aumentar el control de imanes y organizaciones islámicas. 

El Gobierno quiere también prohibir el islam político y modificar la legislación para que sea más fácil clausurar asociaciones en las que se difunda propaganda terrorista. Por ello, el plan de medidas antiterroristas del Gobierno incluye una reforma de los servicios de inteligencia para "restaurar la confianza de la población". Kurz ha defendido también la vigilancia mediante brazaletes electrónicos de condenados puestos en libertad, argumentando que la mitad de los 300 austríacos que trató de unirse a la lucha yihadista en el extranjero regresó a Austria y son "bombas de relojería". 

El Gobierno, formado por el Partido Popular austríaco y por Los Verdes, considera que este tipo de medidas es compatible con la legislación europea sobre derechos humanos. La agencia APA señala que el documento destaca que el objetivo de estas medidas es "combatir eficazmente el extremismo político por motivos religiosos".

¿Qué se sabe del autor del atentado?

El autor del crimen del pasado día 2 era un yihadista austríaco de 20 años, de padres macedonios. El joven había sido condenado a 22 meses de cárcel por haber tratado de unirse al grupo yihadista Estado Islámico en Siria y tras cumplir dos tercios de su sentencia, salió de prisión el pasado diciembre y se unió a un programa de reinserción para jóvenes radicalizados.

El terrorista de Viena trató el pasado verano de comprar munición para un arma semiautomática en Bratislava, algo de lo que las autoridades eslovacas informaron a las austríacas, sin que están tomaran medidas. Ese fallo ha provocado las críticas de la oposición y la exigencia de dimisión de Karl Nehammer, el ministro conservador del Interior.

Fotografía principal: Muestras de pésame después del atentado en Viena /Efe