La diputada de la CUP Pilar Castillejo y el miembro del secretariado nacional Adrià Plazas, han decidido no firmar el documento que implicaba su deportación inmediata de Israel. Esto significa que no se han incorporado al primer grupo de 21 activistas catalanes y españoles que este domingo abandonarán el país y volverán al Estado. Según ha informado la formación anticapitalista, los dos militantes han tomado esta decisión porque el trámite obligaba a reconocer que habían entrado de manera “ilegal” en territorio israelí, un punto que rechazan frontalmente. En un comunicado, la CUP ha subrayado que su entrada en Israel no se produjo voluntariamente, sino que fue consecuencia de la intercepción de la Global Sumud Flotilla por parte del ejército israelí. “Fueron las fuerzas de ocupación que los secuestró y forzó a ir, en contra de su voluntad, a tierras ocupadas”, afirma el texto, que también recuerda que el objetivo de la misión era llegar a Gaza para abrir un corredor humanitario. Tanto Castillejo como Plazas han expresado su voluntad de seguir ejerciendo presión internacional “desde la prisión de Ketziot”, donde permanecen desde su detención.
La CUP ha denunciado igualmente el trato recibido por los activistas en centros de detención israelíes, que describe como “degradante y agresivo”. El partido asegura que ha habido falta de acceso a agua y alimentación suficientes, además de falta de información clara por parte de las autoridades españolas y catalanas a las familias de los retenidos. En este sentido, ha reiterado la exigencia de una “liberación inmediata” de todos los integrantes de la Flotilla que aún se encuentran bajo custodia.
Un primer grupo de repatriados con Colau y Coronas
La situación de Castillejo y Plazas contrasta con la de otros 21 ciudadanos españoles, entre los que se encuentran la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau y el concejal de ERC Jordi Coronas, que este domingo saldrán de Israel tras un acuerdo diplomático. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha confirmado que el grupo ha firmado el documento en el que acepta que su entrada al país fue considerada ilegal, trámite que permite agilizar la repatriación. El avión que los transporta tiene previsto aterrizar en Madrid a lo largo de la jornada. Albares ha asegurado que el gobierno español trabaja para que el resto de detenidos puedan abandonar Israel “en los próximos días”. El ministro ha explicado que el cónsul español en Tel Aviv visita diariamente a los retenidos y ha recibido instrucciones específicas para verificar que tienen acceso a agua, alimentos y asistencia médica. “Nosotros siempre velamos por su integridad física y por el respeto a sus derechos”, ha dicho en declaraciones a TVE. También ha destacado que el buque de la marina española desplazado a la zona seguirá operativo “hasta que el último español salga” del país.
Los más de 400 participantes de la Global Sumud Flotilla fueron trasladados el pasado viernes a la prisión de Saharonim, en el desierto del Néguev, tras la intercepción del convoy marítimo cuando intentaba romper el bloqueo de Gaza. Entre ellos hay una cincuentena de catalanes y españoles, el segundo colectivo más numeroso después del italiano. El Ministerio de Exteriores insiste en que su situación es ahora “la gran prioridad” del gobierno, mientras que la CUP reclama un posicionamiento más firme de las instituciones para forzar su excarcelación.