El estreno de la serie El Eternauta en Netflix ha vuelto a poner en el centro del debate público una de las historias más conmovedoras de la dictadura argentina: la desaparición forzada de su creador, Héctor Germán Oesterheld, y casi toda su familia, víctimas del terrorismo de Estado entre 1976 y 1978. Según recoge El País, el guionista, a sus cuatro hijas —dos de ellas embarazadas— y sus yernos fueron secuestrados y asesinatos por los militares por su militancia a la guerrilla Montoneros.

Solo sobrevivieron su esposa, Elsa Sánchez, y dos nietos pequeños: Martín Mortola Oesterheld y Fernando Araldi Oesterheld. Martín, de cuatro años, entonces, fue el último a ver su abuelo con vida, en el centro clandestino de detención El Vesubio. Tal como relata Infobae, el niño fue llevado a verlo durante unas horas y todavía conserva aquel recuerdo como la primera imagen de su vida. El País señala que el lanzamiento internacional de la serie, protagonizada por Ricardo Darín, ha dado alas en la campaña impulsada por HIJOS y Abuelas de Plaza de Mayo para localizar a dos de los nietos de Oesterheld, que habrían nacido en cautividad y que podrían estar vivos hoy en día, criados con una identidad falsa. Se trata de hijos de Diana y Marina Oesterheld, a dos de las hijas del guionista, secuestradas y embarazadas en el momento de su detención.

Diana, de 23 años, fue secuestrada en Tucumán el 7 de agosto de 1976, cuando estaba embarazada de seis meses. Marina, de 20 años, fue capturada con su pareja, Alberto Seindlis, en la periferia sur de Buenos Aires a finales de 1977. El parto de Marina habría tenido lugar entre noviembre de 1977 y enero de 1978. “¿Estás mirando El Eternauta? Si es así y naciste en estas fechas y tienes dudas sobre tu identidad, contacta con Abuelas”, dice el mensaje lanzado por las organizaciones a las redes sociales, citado por El País.

La periodista Giselle Tepper, miembro de HIJOS y una de las responsables de la campaña, ha explicado que, gracias a la difusión internacional de la serie, han empezado a llegar consultas de personas con dudas sobre su identidad. “La mejor repercusión sería la recuperación de uno de estos jóvenes apropiados, ya sea de la familia Oesterheld o de otros”, declaraba Tepper a El País.

500 bebés robados

La dictadura militar robó al menos a 500 bebés, según las estimaciones de Abuelas de Plaza de Mayo. Hasta hoy, solo se han restituido 139 identidades. Todavía faltan más de 300. En este contexto, la visibilidad de un caso tan emblemático como el de Oesterheld ayuda a continuar la tarea de investigación y memoria en un momento especialmente delicado. El País destaca que desde la llegada al poder del presidente Javier Milei, en diciembre de 2023, el gobierno ha empezado a desmantelar políticas de memoria y ha impulsado un discurso revisionista que equipara la violencia guerrillera con la represión estatal. A pesar de las más de 300 sentencias judiciales que confirman la existencia de un plan sistemático de persecución y exterminio.

Elsa Sánchez, viuda del guionista, murió el año 2015 sin haber podido encontrar a sus nietos desaparecidos ni saber dónde están los cuerpos de su marido y de sus tres hijas mayores|grandes, que continúan desaparecidas. Solo pudo recuperar el cuerpo de la hija menor, a Beatriz, asesinada con 19 años. Según recoge Infobae, horas antes de ser asesinada, Beatriz compartió un café con su madre para decirle que dejaba la militancia para estudiar Medicina: “Pero mame, no quiero ser una doctorcita de consultorio, me quiero instalar en la selva, como el Che, o en los barrios, donde la gente necesite ayuda de verdad,” recordaba a Elsa con emoción.

El País recoge también al testimonio de familiares y activistas que señalan que las hijas de Oesterheld habrían sido utilizadas como cebo para capturarlo. En aquel momento, el guionista vivía a la clandestinidad y estaba en plena redacción de El Eternauta II, una versión mucho más política de su obra original. “Estaba fuera del país y seguramente esperaban que, matando a las hijas, él volviera”, dijo Elsa en una entrevista. “Los asesinos estaban interesados en él, más que en ellas. No tiene ni ninguno ni pies la forma en que las mataron”.

En Argentina, varios carteles promocionales de la serie han sido intervenidos con fotografías de Oesterheld y sus hijas, acompañados de las fechas y lugares donde fueron secuestradas. La campaña, como recoge El País, busca poner en diálogo la memoria de una familia devastada con una ficción que defiende al colectivo ante la adversidad. En palabras de HIJOS, quizás alguien, en algún rincón del mundo, mira El Eternauta y se da cuenta de que su historia no es solo ficción, sino parte de una verdad oculta.