El pasado 15 de abril se dió el disparo de salida a la campaña electoral para el referéndum del 23 de junio, donde los británicos tendrán que decidir quedarse o marcharse de la Unión Europa, lo que ya es conocido como el ‘Brexit’.

Dos campañas oficiales, de las cuatro que se presentaron, lucharán desde ahora hasta junio para que su propuesta sea finalmente la ganadora. Uno es el grupo "Britain Stronger in Europe" (El Reino Unido, más fuerte en Europa), que cuenta con el apoyo del primer ministro, el conservador David Cameron, y que defenderá mantener los lazos con Bruselas. En el otro lado, la campaña "Vote Leave" (Vota para marchar), que cuenta con el apoyo del alcalde de Londres, el también "tory" Boris Johnson, y que encabezará la defensa de la salida de la UE.

Este artículo pretende ser una guía para entender cómo serán estos dos meses de campaña, qué defiende cada uno y qué cambios podría comportar la salida del Reino Unido de la comunidad de los veintiocho.

¿Cuál será la pregunta del referéndum?

La pregunta, a diferencia de los referéndums típicos, no permitirá una respuesta de 'Sí' o 'No', sino que dirá: “Tendría el Reino Unido que permanecer como miembro de la Unión Europea o se tendría que marchar de la Unión Europea”?. Así pues, los ciudadanos que a finales de junio se acerquen a las urnas, podrán escoger entre la frase “Permanecer como miembro de la Unión Europea” o “Marcharse de la Unión Europea”.

¿Quién podrá votar?

Podrán votar tanto los ciudadanos del Reino Unidos, como todos aquellos de la Commonwealth (entre ellos Irlanda, Malta y Chipre), que residan en el RU y tengan más de 18 años. También podrán votar los ciudadanos nacionales que estén viviendo fuera del país y que hayan sido registrados en el registro electoral del RU en los 15 años anteriores. Gibraltar también podrá decir la suya.

¿Quién quiere marcharse?

Según las últimas encuestas realizadas por la empresa inglesa YouGov este mes de abril, la intención de voto está más que ajustada. Mientras que un 39% de la población opta por permanecer en la UE, el 38% restante quiere marcharse. Los datos, sin embargo, no siempre han sido tan ajustados. De hecho, en el 2011 los partidarios de marcharse eran mayoritarios, sobrepasando el 50%, enfrente del 30% que quería quedarse. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que en el momento de hacer la encuesta, David Cameron todavía no había prometido ningún referéndum. No fue hasta el 2013, que Cameron apostó por esta vía.

¿Qué pasa con Escocia?

Los resultados, sin embargo, no son uniformes en todo el territorio. Inglaterra es básicamente partidaria de marcharse, excepto algunas excepciones significativas como algunas zonas de Londres. Estos datos, sin embargo, contrastan con las de Escocia y también Gales, que optarían mayoritariamente por quedarse. De hecho, la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, ya dijo que si el Reino Unido decidía marcharse de la UE, podría desencadenar en un segundo referéndum sobre la independencia de Escocia. Sin embargo, tendríamos que estar atentos a los resultados de las elecciones escocesas, que se celebrarán el 5 de mayo.

¿Quién lidera la campaña para salir de la UE?

Aunque David Cameron aseguró en un primer momento que el gobierno estaba unido y que apostaría en bloque para quedarse en la Unión Europea, hasta cinco de sus ministros se han acabado desmarcando de la postura del primer ministro y han dicho abiertamente que votarán ‘No’ al referéndum.

No son los únicos, de hecho, la mitad del partido de los conservadores de Cameron apuesta por marcharse. Entre ellos, el alcalde de Londres, Boris Johnson, que aspira a liderar el partido de Cameron si este fracasa. El partido más euroescéptico, sin embargo, es el UKIP, que ya ganó las elecciones europeas en el Reino Unido del 2014 con un programa totalmente contrario a la UE. Además, varios diputados laboristas y el irlandés Partido Unionista Democrático (DUP) apuestan por abandonar el grupo de los veintiocho. 

¿Por qué quieren marcharse de la UE?

El principal argumento de la campaña 'Vote Leave' es que el Reino Unido paga demasiado dinero a la Unión Europea, dinero que después no ve revertido en su territorio. La campaña denuncia que Londres envía 439 millones de libras cada semana a Bruselas, que resultan unos 25 billones al año. Con este dinero, los partidarios de marcharse, aseguran que se podrían construir nuevos hospitales, nuevas escuelas y nuevas carreteras.

Además, los euroescépticos critican que formar parte de Europa los priva de tener un control a las fronteras, de hacer tratados de comercio global unilaterales y de tener leyes propias en determinados aspectos. Además, creen que los inmigrantes son una amenaza para su estado del bienestar.

Aunque Cameron acordó con los líderes europeos, como contraprestación para quedarse, aspectos claves como rebajar las ayudas sociales a los nuevos inmigrantes comunitarios, o también, que Londres no participe de las futuras reformas de los tratos cuando se hable de ampliar competencias para fortalecer la unión.

Estas, sin embargo, no fueron promesas suficientes para los euroescépticos, que creen que el acuerdo tendría que haber ido más allá.

¿Quién lidera la campaña para seguir en la UE?

El primer ministro, David Cameron, salió satisfecho de la cumbre del Consejo Europeo, que se celebró a finales de febrero en Bruselas, y en la que decidieron mejorar las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea, devolviendo ciertos poderes en Londres. Cameron definió en aquel momento el acuerdo como bueno porque conseguía “el mejor de los dos lados”. Él serà unos de los máximos exponentes de la campanya para quedar-se.

Mientras que el partido conservador está muy dividido y ha decidido mantenerse neutral, el partido de los Laboristas, el Partido Nacionalista Escocés, el Plaid Cymru (de Gales) y el partido Liberal Demócrata, apostarán por seguir siendo miembros de la Unión.

¿Por qué se quieren quedar?

Los europeístas argumentan que a nivel económico y comercial, es mejor ser miembro de la Unión. Argumentan que así, la economía británica es más fuerte, se ayuda en las empresas británicas, se crean más puestos de trabajo, y los precios de los bienes y servicios son más bajos. 

También creen que ser miembros de la Comunidad Europea ayuda al hecho de que el Reino Unido siga manteniendo un cierto liderazgo en el ámbito global, así como también lo ven positivo en temas de seguridad. Ante los grandes retos como el terrorismo global, los europeístas creen que estar dentro de la comunidad, trabajando unidos para hacer frente a estas amenazas, hace más seguro el Reino Unido.

¿Hay presiones para que se queden?

Este martes el Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó de que una posible salida del Reino Unido de la UE podría causar “graves daños”, tanto a escala regional como global. Además, también rebajó las perspectivas de crecimiento del país. La organización espera ahora un crecimiento del 1'9%, tres décimas inferior al 2'2% que habían pronosticado en enero.

Las grandes empresas, con algunas excepciones, apuestan para que el Reino Unido se quede dentro de la UE, por las facilidades que aporta el libro comercio. Justo después del anuncio del referéndum, hasta 36 compañías británicas enviaron una carta al diario 'The Times' alertando de que la salida de la Unión Europea implicaría una caída de la inversión y la pérdida de puestos de trabajo.

¿Cuáles podrían ser las consecuencias?

Sin embargo, a estas alturas no es posible saber cuál será el impacto real de la salida de Londres de la Unión. Europa, de momento, no ha dicho si el Reino Unido podría tener algunos de los privilegios de la Unión a pesar de no ser miembro, y muy probablemente no lo hará hasta pasado el referéndum en caso de que los ciudadanos decidieran salir.

Por lo tanto, en estos momentos todavía no es posible saber si los británicos necesitarán un permiso especial para trabajar en otros países de la UE, y a revés, o si se mantendría el sistema de seguridad social europea en caso de viajar a Europa, entre otros.