El alto representante de Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, ha valorado la derrota americana en tierras afganas como un golpe para todo Occidente. En una entrevista en RNE ha asegurado que: "Lo que ha pasado en Afganistán es una derrota del mundo occidental y eso hace falta mirarlo de frente y tener el valor de reconocerlo".

Como tantos otros antes que él, Borrell ha comparado las imágenes que se han vivido en Kabul los últimos días con la huida de los americanos de Saigón, el año 1975. En el conflicto vietnamita, los americanos también perdieron una guerra que se prolongó durante años y que enfrentaba dos modelos para el mundo. Estos recuerdos de otra derrota estadounidense han llevado a Borrell a asegurar que "hay que pensar de qué manera actuamos y cómo defendemos nuestros valores" en el mundo.

El jefe de la diplomacia europea ha hablado de los valores occidentales como de una pieza uniforme y monolítica que ahora mismo se tambalea por culpa de Afganistán. Borrell ha considerado que "lo que estamos viendo es el acontecimiento geopolítico más grave o más importante desde que Rusia se anexionó Crimea" en 2014 y "tendrá ciertamente consecuencias en el equilibrio de poder en el mundo".

Talibanes, mujeres y refugiados

Como otros miembros de la Unión Europea o líderes de los países que conforman la Unión, Borrell ha centrado su preocupación en dos ejes: las mujeres y los refugiados. Con respecto a las mujeres, el jefe de la diplomacia europea ha señalado: "La visión que tiene de la mujer el mundo talibán está en las antípodas de lo que nosotros defendemos, es la visión más radicalmente contraria a la de la igualdad de la mujer y la igualdad de sus derechos y oportunidades".

Borrell ha asegurado que con lamentar la situación de las mujeres y las niñas que quedan bajo el yugo del nuevo régimen talibán no es suficiente. Sin embargo, ha reconocido que las acciones que pueden hacer las autoridades europeas son "limitadas". A pesar de las limitaciones, ha insistido en el hecho de que la "responsabilidad inmediata" de la UE es intentar evacuar a todas las personas con las cuales ha trabajado.

Con respecto a los refugiados, Borrell ha advertido que los países europeos tienen que estar preparados para recibir refugiados. No de forma inmediata, dada la situación sobre el terreno, pero sí a corto plazo. La coordinación tiene que ir más allá, según el líder diplomático: "Hay que evitar una crisis humanitaria. Eso exige trabajar con los vecinos, algunos de los cuales no son países con los que mantenemos relaciones fluidas".

Se tendrá que negociar con países vecinos y probablemente también con estados miembros. Por ejemplo, Grecia, que ya ha dicho que no se convertirá en un punto de entrada en Europa para las personas que huyan de los talibanes y ha pedido a la Unión Europea que refuerce la colaboración con Turquía para gestionar flujos migratorios. Así lo ha verbalizado el ministro de Migración y Asilo griego, Notis Mitarakis.

El presidente francés Emmanuel Macron también ha hecho declaraciones en que lamenta la situación Afganistán, pero asegura que no permitirá una avalancha de refugiados afganos.

 

Imagen principal: Josep Borrell, alto representante de Política Exterior de la UE