Crece la tensión entre la Unión Europea y Rusia. El gobierno de Friedrich Merz ha acusado a Rusia de haber llevado a cabo ciberataques a gran escala y una operación de desinformación durante la campaña de las últimas elecciones generales en Alemania. Ante estos hechos, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha convocado al embajador ruso en Berlín, Sergei Netschajew, tal como confirmó un portavoz oficial. 

Según Berlín, hay pruebas de que Moscú intentó influir en el proceso electoral alemán. En aquellas elecciones, el partido Alternativa para Alemania (AfD) consiguió el mejor resultado de una formación de extrema derecha desde el final de la Segunda Guerra Mundial, con un 20,8% de los votos. Actualmente, es el principal grupo de la oposición y lidera las encuestas de intención de voto para unos próximos comicios. El partido de Alice Weidel ha sido acusado de mantener vínculos con Rusia.

“Rusia está amenazando de manera concreta nuestra seguridad”, afirmó el portavoz del gobierno alemán. Según explicó, el objetivo de estas acciones es dividir la sociedad alemana y debilitar la confianza en las instituciones democráticas. En este sentido, advirtió que Alemania, en coordinación con sus socios europeos, “tomará una serie de contramedidas para que Rusia pague un precio por sus acciones híbridas”. La denuncia llega en un momento de gran tensión en Europa, mientras se multiplican los contactos diplomáticos para evitar que Estados Unidos y Rusia lleguen a un acuerdo sobre Ucrania sin contar con los países europeos ni con Kiev. En paralelo, varios estados denuncian un aumento de episodios de guerra híbrida que atribuyen a Moscú.

Una escalada creciente

En los últimos meses se han acumulado incidentes de seguridad en diversos puntos de Europa que las autoridades atribuyen a una escalada de la guerra híbrida rusa. Lituania imputó en septiembre a 15 personas presuntamente vinculadas a Moscú por el envío de paquetes con artefactos explosivos a aeropuertos de Polonia, el Reino Unido y Alemania. Por su parte, Polonia y Estonia han denunciado violaciones de su espacio aéreo, y Varsovia acusa a Rusia de estar detrás de un ataque contra una línea ferroviaria. Además, se han detectado drones sobrevolando aeropuertos e infraestructuras críticas en países como Dinamarca y Alemania. En este contexto, el canciller alemán, Friedrich Merz, afirmó en octubre: “Sospechamos que el presidente ruso, Vladímir Putin, está detrás de la mayoría de los vuelos de drones”, y añadió: “No estamos en guerra, pero tampoco estamos en paz”.