10 años, violada, embarazada de seis semanas y sin poder abortar. Esta es la cruda realidad de una niña norteamericana, que vive en el estado de Ohio y que se tiene que enfrentar a una terrible situación. Por esto, se ha trasladado al estado de Indiana, donde sí podrá interrumpir este embarazo, ya que la ley de esta región lo permite a partir de las seis semanas de gestación, límite que fijan los tribunales de Ohio para que las mujeres puedan abortar, sea cual sea la circunstancia del embarazo. Todo ello se debe al hecho de que a finales de junio, el aborto se dejó de considerar un derecho constitucional en todo Estados Unidos, después de que el Tribunal Supremo, en medio de mucha polémica, tumbara la sentencia de 'Roe vs Wade', 50 años después, y deja en las manos de cada estado regular el aborto. Ello provoca que este derecho haya quedado desprotegido en los estados conservadores y que las mujeres que deseen acabar con su embarazo tengan que desplazarse hasta otras regiones, la mayoría gobernadas por demócratas, para poder ejercer un derecho que hasta hace pocos días tenían en su casa.

Avalancha de viajes a Indiana para abortar

Según ha informado el medio local Indianapolis Star Tribune, una ginecóloga estableció que la niña estaba embarazada de seis semanas y tres días, superando el límite que marca el estado de Ohio, y por eso se negó a practicarle un aborto. Con todo, la situación en el estado de Indiana tampoco es idílica. Este está gobernado por una mayoría conservadora, y también está tramitando una ley estatal del aborto, que podría incluir nuevas restricciones a partir del 25 de julio, cuando se celebre una sesión en el Congreso de la región. Mientras esta no llega, sus sanitarios han detectado que ha crecido la cifra de pacientes procedentes de otros estados que viajan para poder interrumpir su embarazo.

Comparación con el 'Cuento de la criada'

Este es uno de los casos más extremos, pero que también se podrían reproducir en otros estados, como Texas. Identificado como una de las zonas más conservadoras de todo el país, su Tribunal Supremo ha restaurado una ley que fecha de 1925 y que prohíbe el aborto en la gran mayoría de casos. El fiscal general ha pedido volver a implementarla después de decisión del Supremo a escala nacional. Concretamente, esta establece una pena de hasta 5 años de prisión para los doctores que ayuden a una mujer a interrumpir su embarazo y lo prohíbe también en casos de incesto o violación. Solo lo acepta cuando la vida de la madre está en peligro por culpa de la gestación. Por todo ello, son muchas las mujeres que denuncian que su realidad se ha vuelto distópica y la comparan en la que describe a Margaret Atwood a su libro El cuento de la criada, que se ha popularizado por su serie de televisión.