¿Sabéis cuando bebes un buen tinto y te queda toda la boca seca? ¿Cuando te tienes que levantar un par de veces para beber agua en plena noche? ¿Cuando tienes la sensación de que el vino te llena tanto la boca que casi lo puedes morder? ¿Cuando el postgusto es largo? ¿Cuando se te quedan los morritos pegados a las encías? ¿Y la lengua rasposa? Esta es la sensación táctil de los taninos. Los taninos del vino pueden venir de dos lados. Por una parte, de la misma uva, sobre todo de las uvas tintas, y por otra, de la madera, los que han estado fermentados o envejecidos en madera. El tanino como sustancia orgánica de sabor astringente y amargo está contenido en la piel y las pepitas de la uva. Así que los vinos tintos que tienen maceración con las pieles y crianza con madera, tienen más potencia tánica.
¿Hay blancos con taninos? Of course! Los blancos criados en barrica aportan al vino una estructura en boca gracias al tanino de su crianza. Si te gustan los vinos suaves (es decir, con poco tanino y una buena acidez) la mejor elección es un vino de la variedad pinot noir. El tacto del vino lo sentimos en la boca. En la astringencia (los famosos taninos), en la temperatura, en el carbónico y en densidad del vino. Hay vinos que parecen terciopelo y otros que te dejan las papilas gustativas despeinadas. Recuerda que los sabores ácidos, amargos y astringentes se suman. Los vinos más duros son los que son ácidos y ricos en taninos a la vez. De un vino con astringencia marcada diremos que es tánico, musculoso, incluso rasposo; mientras que el equilibrio tánico defiende un vino como sólido, bien estructurado, sostenido, etc. En cambio, si el vino presenta un exceso de tanino, desagradable al paladar, se dice que es duro, severo, tosco, rústico, incluso rudo.
El tanino es un signo de longevidad en los vinos tintos. Se suaviza y desaparece con el tiempo, volviéndose menos agresivo, incluso más dulce y aromático, y provoca una sensación más aterciopelada. ¡Cuando quieras comprobar que es un vino tánico, prueba un Tannat de Uruguay! Las zonas vinícolas más importantes las encontrarás en el sur de Montevideo. El tannat es la variedad dominante, aunque también hay otras como el merlot que crecen muy bien. Si quieres saber qué son unos taninos firmes, prueba un monovarietal de esta variedad originaria de Maridan y entenderás la expresión “este es un vino que se puede masticar”.