La clave del éxito muchas veces es la suma de varios factores. Son algunos, por ejemplo, la exquisitez del chef a la hora de elaborar la carta y renovar los productos, el espacio donde se encuentra, la decoración del mismo o la impactante propuesta de sus platos. Four Corners cumple todos estos puntos e, incluso, va más allá perfeccionándolos. Saben jugar con el espacio, sacan el máximo provecho, y sorprenden a sus clientes, tanto turistas como fieles barceloneses de la zona.
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Ubicado en la avenida Diagonal número 205, se encuentra al pie de la torre Glòries. Y, claro está, eso no lo han desperdiciado en absoluto. Porque tomar una copa de vino o comer un buen entrecot, o el pescado del día, con la iluminación tenue y romántica del emblemático edificio barcelonés mientras va cayendo el sol es todo un regalo caído del cielo. Y todo eso, con el acompañamiento de unos platos equilibrados, exuberantes y realmente buenos.
Comer un buen entrecot, o el pescado del día, con la iluminación tenue y romántica del emblemático edificio barcelonés mientras va cayendo el sol es todo un regalo caído del cielo
El efecto del acento italoamericano
Aparte de sus míticas pizzas al estilo Detroit, se pueden degustar platos con claro acento italoamericano que acaban de aterrizar en Poblenou para quedarse, como las tablas de antipasti con focaccia casera, la burrata con tartar de tomate ahumado, las albóndigas Mary con polenta, su apartado de brasas o los hero, bocadillos carnívoros solo aptos para paladares hambrientos. Ahora bien, la guinda de todo y, de hecho, es lo que propone Four Corners, es que todos estos fascinantes platos sean para compartir entre un buen grupo.
Eso no quiere decir que si quieres ir solo no sea una buena opción. Todo lo contrario. Porque disponen de una terraza exterior, pero también de un amplio comedor interior donde puedes trabajar cómodamente. Y es que el Four Corners es el restaurante del hotel The Hoxton. Es por esta razón que la idónea fusión de un hotel de calidad, en un lugar idílico, con un restaurante exquisito atrae de tal manera los visitantes extranjeros y los catalanes más intrépidos.
Lejos de ser un plato empalagoso, sus pizzas Detroit son ligeras y fáciles de digerir
Un sitio único en Barcelona
Four Corners ahora mismo es restaurante único por su estilo Detroit. Las pizzas son de masa gruesa, unos 3 centímetros, con ingredientes de calidad. Se aprecia la larga fermentación, y lejos de ser un plato empalagoso, es ligero y fácil de digerir. Sin embargo, ofrece desayunos de tenedor, cocina non-stop, cócteles y copas. Y, finalmente, unas cenas para lamerse los dedos con entrecots o pescado a la brasa.